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Felisa Miceli, economista, exministra de Economía de la Nación, conversó con Duro de Callar.

Sabemos que nuestro país está en una profunda situación de dificultad con pocas perspectivas de cambio en el mediano y largo plazo.

Entre las medidas que anunció el presidente en su discurso, mencionó el tema del superávit fiscal, pero éstas son engañosas ya que conseguir números positivos diciendo que “todo fue motosierra y muy poco licuadora”, no es una frase muy feliz.

Se sabe que el logro ha sido mediante un 70% de ajuste brutal, licuando las jubilaciones y distintos rubros del Estado. Quitando a los sectores más vulberables, pero peor aún es el resto del ajuste, el que le llegó a la gente que se quedó si trabajo a muchas personas que no tienen ninguna perspectiva.

Dice Miceli: “El presidente considera exitosa su gestión y se autoalaba, pero en realidad no vemos ¿de qué se ríe Señor Presidente?”.

“Se elogia tanto por haber logrado esto de una manera tan brutal en tan poco tiempo y lo más preocupante es que este sacrificio de la gente no va a servir para nada porque hay muchos problemas macroeconómicos”, agrega la exministra.

Y se muestra preocupada ya que en algún momento, estos problemas van a comenzar a aflorar debido a que la macro no está ordenada.

La inflación sigue al mismo nivel que en el gobierno de Massa, pero ya han pasado cinco meses desde que asumió Javier Milei.

“Subirla para después decir que están contentos porque bajo al 11% no tiene ningún sentido, no es gracioso. Cuando la inflación perfore los números que tuvo la gestión de Alberto Fernández con un promedio de 3%, 4% en 4 años; recién ahí vamos a poder decir, bueno, bajó la inflación”.

Otros problemas que indica Miceli son la falta de ingreso de dólares del sector externo, la falta de atención por parte del Estado a cuestiones como la pobreza extrema, la caída del salario de los docentes, la falta de presupuesto para las universidades, la cuestión de la obra pública.

“Nadie le da importancia a este tema pero para mi es fundamental, ya lo vivimos en los 90´. No se hizo obra pública, igual que ahora y todo empezó a deteriorarse, a envejecer, las calles estaban rotas, las rutas en mal estado, se cortaban los teléfónos”.

“La falta de inversión en infraestructura se paga con falta de desarrollo, con vivir mal”, expresa la economista.

En la llamada para la aprobación de la Ley de Bases, hay un tema al que no se le estaría dando difusión desde los medios y es el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).

En la primera presentación de la Ley de Bases figuraba como un anexo.

Se trata de la entrega de los recursos naturales de nuestro país a las grandes corporaciones internacionales.

“Es como el régimen minero”, explica Miceli.  "Le da estabilidad absoluta a las empresas en materia de impuestos a 20 o 30 años, dependiendo del caso”.

A esto se suma estabilidad cambiaria. Las empresas pueden llevarse las divisas cuando quieran, a donde quieran, como quieran. Implica que el Estado no puede entrometerse en ninguna cuestión relaionada a la explotación de nuestros recursos.

En definitiva, los ingresos por los recursos naturales con los que cuenta Argentina, serían los que pueden dar algún tipo de oxígeno al gobierno de Javier Milei.

Pero no sería tan simple. Marchas como la esta semana por la defensa de la educación pública y los presupuestos universitarios, le quitan gobernabilidad al presidente bajo la mirada del FMI y las corporaciones que pudieran estar interesadas en invertir en nuestro país. 

Hay que tener en cuenta que esta marcha no fue realizada desde los movimientos sociales y los sectores más vulnerables. La clase media salió a la calle a decirle al presidente que “así no se puede seguir”. Clarito. 

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Felisa Miceli, economista, exministra de Economía de la Nación