El que gastó en dólares, que pague en dólares: las PYME piden cuidar las reservas del BCRA para la producción y que haya un blanqueo para el turismo.
El presidente de la Confederación General Empresaria, Marcelo Fernández, habló con Duro de Callar sobre la falta de dólares en las reservas del BCRA y los conflictos por divisas en vísperas del mundial y la temporada de verano.
No importa cuántos dólares haya acumulados debajo de los colchones de los argentinos.
Lo que importa son los dólares que tenga el Banco Central de la República Argentina, es decir, las reservas.
El BCRA es el que paga en dólares los insumos de importación para la producción y también los consumos de los ciudadanos argentinos con tarjetas de crédito, sea contratación de servicios de plataformas digitales o gastos vinculados al turismo.
“Los dólares en este momento son un bien escaso y totalmente necesarios para la importación”, explica el presidente de CGERA y advierte que el mes pasado ya hubo un déficit en la balanza comercial, en parte por la retracción de la producción por falta de dólares.
Es la antesala de un conflicto por la disponibilidad de divisas que aumentará a medida que nos vayamos acercando a la temporada de turismo, más cerca del verano y del comienzo del Mundial.
Frente a este contexto, las PYME argentinas piden que se priorice el acceso a los dólares para la producción y proponen que los consumos de turismo en dólares tengan que ser cancelados con dólares para que el BCRA no tenga que sacar de sus reservas.
“¿Por qué usar los dólares de las reservas para pagar los gastos del turismo cuando el que viajó puede pagar con un dólar blanqueado?”, propone Fernández.
Lo que sugiere el presidente de CGERA encuentra antecedentes históricos y se trata de una de las opciones que analiza el gobierno.
La medida debería implementarse a través de un decreto y también se estudia la posibilidad de un blanqueo de dólares para pagar los gastos de las tarjetas.
“Si los argentinos tenemos tantos dólares, éste es el momento para sacarlos”, argumenta Fernández, preocupado por que ésta vez el aparato de producción no tenga que frenarse por falta de divisas.
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