Felisa Miceli analiza las posibles consecuencias sobre las nuevas medidas económicas
Javier Milei compara la herencia recibida del gobierno de Alberto Fernández, con la que tenía en 1975 el ministro Celestino Rodrigo. Mientras tanto Unión por la Patria y el Frente de Izquierda reaccionaron a las medidas anunciadas por el gobierno y la calificaron de "feroz" y perjudicial para la mayoría de los argentinos.
Por el contrario, los anuncios recibieron apoyo, por ejemplo, del mendocino de la Unión Cívica Radical (UCR) Lisandro Nieri, quien escribió en X, "el anuncio del ministro Luis Caputo fue simple y claro. Hay que ir sobre el origen del problema, no sobre las consecuencias".
Duro de Callar conversó con la ex ministra de Economía de la Nación, Felisa Miceli.
Las medidas que se han anunciado no son un plan económico, constituyen un paquete de medidas que van a generar llevar a la Argentina a una recesión e inflación más alta de la que tenemos en este momento.
El gobierno busca lograr el equilibrio fiscal licuando el gasto público; salarios, jubilaciones e ingresos de todo tipo de la población.
No solo nos llevarían estas medidas a una recesión, también habría pérdida de empleo.
Dice Miceli: “De esta manera el gobierno cree que va lograr que haya menos demanda interna y con eso que bajen los precios, cosa que nunca pasó en nuestro país”.
Un ejemplo es la pandemia. En ese momento se paralizó la demanda interna, la gente no viajaba, no iba a bares y restaurantes, no podía salir y consumía menos. La actividad interna cayó por la propia esencia de la cuarentena.
Sin embargo, cayó la demanda y los precios ese año subieron, generando un nuevo piso de inflación y desde ese momento a la actualidad nunca han bajado los precios.
“Hay una composición de los mercados que impide que eso ocurra, nunca vamos a reducción de precios”, dice Miceli.
En el 2020 el PBI cayó casi al 11%, sin embargo, los precios aumentaron, sobre esto dice la exministra: “Le llamamos recesión profunda” En este país no hubo una caída de la economía tan grande desde la salida de la convertibilidad”.
En este momento, pensando en una recesión, podríamos estar alcanzando entre el 5% y 6% del PBI, con la consiguiente pérdida del poder adquisitivo en los salarios.
Se está esperando una crisis social en cuanto a la falta de posibilidades de la gente para hacer frente a los nuevos precios y tarifas.
En abril posiblemente tengamos un ingreso récord con el ingreso de divisas de las exportaciones, pero la deuda externa es tan grande, que esos dólares, seguramente se utilizarán para hacer frente a los pagos al FMI.
Miceli también opinó sobre las consecuencias de este ajuste en materia fiscal: “Caen los recursos del sector público. Ingresa menos IVA y otros impuestos que recauda el Estado nacional”.
“Estamos de acuerdo con un ordenamiento fiscal, llegar al superávit fiscal, este siempre va a ser un objetivo primordial. Sin el reacomodamiento de la economía no se puede proyectar, la macroeconomía es muy volátil”, dice Miceli.
De acuerdo con lo declarado por la exministra, el momento en que se elige este camino para ajustar, llega en un mal momento por las cuestiones sociales. También afirma que estamos bien en materia de empleo.
Sin embargo, la pobreza y la indigencia en Argentina ha llegado a su pico máximo.
Varios problemas irán surgiendo con respecto a las medidas anunciadas. Por ejemplo, sería un problema el aumento a las retenciones de las exportaciones.
Con respecto a la obra pública también, ya que tienen un efecto multiplicador y la no continuación de los contratos vigentes hasta el 10 de diciembre ponen en peligro el cierre de fábricas y empresas.
Lo mismo sucedería con los comercios. El salario no alcanza para hacer frente a la demanda de los negocios. Lo primero que se deja de consumir en épocas tan recesivas son las salidas a bares, restaurantes. Seguramente habrá un quiebre, la falta de recursos de la gente hará que muchos gastos se reduzcan y por ende produzcan cierres en todo el país.
Para Miceli: “Hay que esperar el impacto del aumento de las tarifas”, “También lo que va a suceder con las provincias al no recibir las transferencias especiales que estuvo haciendo el gobierno”.
La recaudación propia de las provincias es un monto muy bajo en comparación con el nivel de gastos de cada una. Seguramente muchas van a tener que ajustar sus gastos.
La otra alternativa que propone la exministra es que las provincias aumenten los impuestos, por ejemplo, los inmobiliarios rurales, que pagan cifras muy por debajo del resto.
Dice Miceli: “No estaría mal que las provincias confronten sus propios territorios para tener mayor recaudación impositiva adecuadas a las actividades económicas de cada lugar”.
El Rodrigazo, según la exministra, fue un momento parecido al actual.
Todavía el gobierno no ha anunciado que va a hacer con los salarios, las jubilaciones e ingresos. Solo han anunciado lo que sucederá con los planes como Potenciar Trabajo, que se mantendrían como están y sí se van a actualizar la Tarjeta Alimentar y la Asignación Universal por Hijo. Pero se esperan todavía los anuncios de los grandes componentes de la población.
En el momento del Rodrigazo compara Miceli, hubo un aumento desmesurado de las tarifas, un traspaso inmediato a precios, devaluación del peso, aumento de los servicios públicos, transporte y combustible y congelamiento de salarios y jubilaciones acordados en las negociaciones colectivas con el fin de retrasar los salarios reales.
El paquete de medidas que se tomaron en ese momento, dispararon la inflación que pasó del 24% al 182% en tan solo un año, dando inicio a una década y media de tasas de inflación superiores al cien por ciento anual.
Hay que tener en cuenta que el mundo no es el mismo de hace 45 años atrás cuando sucedió el estallido social del gobierno de María Estela de Perón. Sin embargo, las medidas de ajuste fueron muy similares a la del actual gobierno.
Dice Miceli: “Acá tenemos una situación peor que en la del Rodrigazo porque hay más pobreza”.
Ya comienzan a verse los primeros impactos frente a los nuevos anuncios.
Uno de los primeros impactos fue el anuncio de audiencia para el 15 de enero de 2024. Fue solicitada por la Unión Propietarios de Autos de Taxis, la Asociación Taxistas de Capital, la Cámara Empresarial del Autotaxi, la Unión de Propietarios y Mandatarios de Taxis de la República Argentina, el Sindicato de Conductores de Taxis de Capital Federal y el Sindicato de Propietarios de Automóviles con Taxímetro. Pedirán un aumento del 50% para actualizar las tarifas del sector.
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