El reciente decreto que devuelve al menos provisoriamente el control del Paraná al Estado es leído como una gran oportunidad estratégica. Para los trabajadores de Vías Navegables, no hay necesidad de llamar a empresas privadas para ocuparse de la draga y el balizamiento ya que todavía están disponibles las dragas, barcazas y remolcadores que el macrismo había puesto a la venta pero no logró concretar. Presionan para retomar efectivamente el control del río. Todos los detalles en esta nota.

El material está. La gente está. El conocimiento está. Los inmuebles, galpones, muelles, están. ¿La voluntad del Estado, realmente está?

La semana pasada el gobierno anunció que la administración de la Hidrovía del Paraná volvía al menos por un año a manos estatales, que se encargaría del cobro de los peajes, en tanto que también se buscaría empresas privadas las tareas de dragado y balizamiento, ya que no se disponía del equipamiento para que el Estado lo hiciera.

Dicen que hay que pegarle al chancho para que salte el dueño, y esta vez eso volvió a confirmarse. A las pocas horas de conocerse la decisión oficial, numerosas entidades del campo en el litoral santafesino, y agrupaciones políticas de la derecha, emitieron comunicados repudiando al unísono la decisión. Señal, a mi entender de que se afectó directamente el nervio más beneficiado por la privatización de esas labores, fundamentalmente favorecidos por el esquema de "autocontrol" y declaraciones juradas que constituía la única cuota de supervisión para saber qué entraba y qué salía por el Paraná. Sonaron como si hubiera sido el Gordo Valor cuando se anunció que iban a blindar los camiones transportadores de caudales. Más o menos.

La decisión que lleva la firma del ministro Alexis Guerrera, si bien parece acertada (lo que se verifica al oír chillar a los actores adecuados), deja también algunos interrogantes por el lado de que el plan contempla la estatización de los cobros de peajes por un año, durante el cual se subcontratará en privados las tareas de dragado y balizamiento

El argumento es que el Estado carece del equipamiento pesado y del personal para hacerse cargo de esa tarea, y que demandaría una inversión millonaria poder hacerlo.

En realidad eso está por verse. Con ADN estuvimos en 2018 en Corrientes, conversando con los muchachos de Vías Navegables. Era una repartición que justamente se encargaba del dragado, balizamiento y remolque en la zona del Paraná Norte. 

En ese momento, la decisión del gobierno de Mauricio Macri había sido el cierre de todas las regionales de Vías Navegables, dejando solo activa la del Río de la Plata. La motivación, claramente, era la destrucción de toda esa infraestructura en manos del Estado, para llegar a 2021 en una situación de desguace total que le "obligara" (durante un hipotético segundo gobierno de Cambiemos) a avanzar hacia la privatización absoluta de ese servicio. La clásica jugada: un desguace planificado para una posterior entrega.

Para ello no solo cerraron la sede administrativa y operativa de Vías Navegables en Corrientes, despidiendo a 25 trabajadores altamente capacitados y con gran experiencia en las aguas del Paraná, sino que también pusieron a la venta todo el equipo pesado de la repartición. 

Dragas, remolcadores, barcazas, buques. Todo salió a la venta a un precio nominal de un peso. 

No, no me equivoqué. 

Un peso el precio de un buque, ¿entendés?

Ese valor nominal era más bien un mensaje. "No me interesa ni en lo más mínimo esto que tengo acá, por eso lo regalo" es lo que te estaban diciendo.

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Pero ayer, cuando lo llamamos a Guido Sabao, el mismo delegado de los trabajadores de Vías Navegables que advertía sobre la venta ridícula de esos materiales estratégicos para la soberanía argentina, nos contó que esa venta ridícula no se había logrado concretar. "Gracias a la lucha de los compañeros y a la nota que hicieron en ADN, se logró evitar todo esto, y las dragas continúan en manos del Estado", respondió. 

Sin dudas, estoy convencido que fue más por la lucha que por la visita de ADN; pero también sabemos que a los gobiernos de la derecha no les gusta cuando las barbaridades que planean hacer son dadas a conocer. 

NEGOCIO INMOBILIARIO, CUÁNDO NO

Además de la venta de los equipamientos, el gobierno de Cambiemos ordenó en 2018 que la repartición abandonara los predios que tiene a la vera del Paraná en la capital correntina. Terrenos de varias hectáreas de dominio público, pero ubicados en un sector de la ciudad con un jugoso potencial inmobiliario. 

¿Cuál era el plan? Construir ahí 32 torres de departamentos de alta gama, probablemente en lugar más privilegiado de la ribera correntina

Para ello los legisladores correntinos de Cambiemos trabajaron a la velocidad de la luz para aprobar la desafectación de uso público de esos terrenos y la puesta a la venta. En simultáneo, el Concejo aprobaba el cambio del uso del suelo. Otro negociazo para los de siempre.

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CAPACIDAD REAL

Lo cierto es que la destrucción no llegó a ser total. La derrota de Macri en primera vuelta impidió a la gente de Cambiemos concretar el plan de desguace y privatización total de estas actividades. Y según los trabajadores, todavía hay material para dar esa batalla. 

De hecho, el viernes 2 de julio la dirección de Operaciones de Puertos y Vías Navegables recibió una consulta formal del Ministerio de Transporte para que se informe "el estado de situación actual de la Delegación Paraná Superior", con detalle de "todo antecedente que sirva de sustento para la prosecución de la gestión de reapertura administrativa de esa delegación". O sea, piden informes para ver si se puede reabrir la repartición que cerró Macri.

El comunicado pide también un informe detallado de "todas aquellas funciones y tareas que se desarrollan, su importancia y la relevancia que implicaría su puesta en marcha". 

El grupo de 25 trabajadores que fueron despedidos por Macri, ven en este comunicado la posibilidad de que vuelva a funcionar la repartición que inexplicablemente fue cerrada en 2019. Y se ilusionan con ser convocados para que el Estado vuelva a asumir el control y la gestión de Paraná. 

La pregunta es: ¿tenemos con qué?

"Embarcaciones, tenemos. Tenemos balizadores, remolques. Podemos trabajar", responde sin dudarlo el delegado. Haciendo una especie de inventario, Sabao pasa revista del equipamiento con el que cuenta. "En Corrientes tenemos una draga, la 403, y otra más que necesita algunas reparaciones. Y Paraná también tiene una draga en perfectas condiciones. Se le tendrían que hacer algunos retoques, pero funciona muy bien".

Él está convencido de que "ya desde hoy mismo el Estado podría hacer el balizamiento desde Santa Fe al norte", y se entusiasma al contar que todos los distritos, aunque hayan estado cerrados por más de dos años, se encuentran en contacto y listos para volver a trabajar "si es que el ministro procede a levantar el cierre administrativo de las reparticiones". 

Cuando esa decisión llegue, estarán en "condiciones inmediatas de empezar a gestionar las reparaciones de las embarcaciones y su puesta a punto para hacer perfectamente el trabajo que hace la empresa privada".

Para ello, lógicamente, el Estado tendría que reincorporar, al menos en Corrientes, "a los 25 compañeros que echó el gobierno de Macri y que estamos listos para volver a trabajar".