La economía argentina ya estaba resentida por un grave contexto inflacionario, de reformas, fuga de capitales, toma y negociación de deuda. Ahora, el nuevo gobierno intenta que la recesión económica y la caída del consumo por la emergencia sanitaria impacten en la menor medida posible.

Los problemas se fueron abordando de a uno, empezando por lo más vulnerables: fijación de precios y bonos a jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo; luego siguieron los monotributistas de las catergorías más bajas y trabajadores informales.

Restaba todavía ayudar a la aquellas empresas que no desarrollan actividades ni producción por el aislamiento obligatorio. En los próximos días esas empresas deberán pagar los sueldos de sus empleados correspondientes al mes de marzo.

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La medida adelantada por el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación intenta dar una solución a ese problema facilitando la liquidez y otorgando la posibilidad de financiamiento.

Según el ministro, la gestión del crédito será sencilla y se realizará a través de las mismas entidades bancarias en donde se encuentren las cuentas sueldo.

Los créditos cubrirían la totalidad de los sueldos y tendrían una tasa de interés del 24% por el plazo de un año.

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La línea de créditos estará disponible para todas las PYMES, mientras que las grandes empresas no estarán contempladas ya que se asume que se encuentran en mejores condiciones y pueden acceder a otros medios de financiamiento.

La prioridad es prestar ayuda a aquellos puestos de trabajo y empresas en situación de riesgo o más vulnerables por la crisis.

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Se espera que en los próximos días y conjuntamente con la prolongación formal del aislamiento, el presidente haga anuncio de otro paquete de medidas que contemple el pago de servicios de servicios, alquileres, obras sociales y otros impuestos.

En este sentido, la situación de nuestro país contrasta en demasía con las de Brasil y Chile, en donde los primeros mandatarios no toman medidas preventivas sanitarias ni económicas y se inclinan a favor de los grandes empresarios eximiéndolos de pagar los sueldos.