“Hay una sola manera de no elegir entre salud y economía. Si no hacés la elección, termina primando la economía”, Myriam Bregman.
Para Bregman no se trata de una falsa dicotomía como sugieren otros actores políticos. En realidad, se trata de una trampa: porque si no hay decisión política en dirección de priorizar la salud se imponen los intereses económicos. Es decir, tanto por acción como por omisión, se elige para un lado o para el otro.
“La manera de no elegir entre las dos cosas es hacer un plan racional que comience por un impuesto a las grandes fortunas del país”, Myriam Bregman.
La diputada apunta contra los grandes poderes económicos que presionan al gobierno y a la sociedad extorsionando con la destrucción de puestos de trabajo, como los despedidos por Rocca; poniendo en riesgo la salud de los trabajadores, como los empleados de los bancos a los que no proveen de insumos higiénicos; precarizando el trabajo, como las petroleras que reportaron ganancias récord, pero ahora recortan salarios; o especulando con el valor del dólar, como el sector agroexportador que acopia la producción.
De acuerdo a la propuesta de la representante del Frente de Izquierda, se debería aplicar un impuesto a las grandes fortunas. El gravamen a las grandes riquezas se estuvo discutiendo mucho durante la semana pasada, cuando se adelantaba que desde el oficialismo se presentaría un proyecto similar, pero no el mismo.
"O se afectan los intereses de los poderosos, o es mentira que no vas a elegir entre salud y economía; se va a imponer la economía", Myriam Bregman.
Según Bregman, esto afectaría apenas al 0,03% de los principales patrimonios, unos 15.000 patrimonios, y permitiría la recaudación de 15 mil millones de dólares destinados a proporcionar un “salario de cuarentena” de $30.000 para quienes lo necesiten, abastecer y reforzar el sistema de salud, a la vez que construir viviendas para evitar el hacinamiento de las personas en situación de pobreza.
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