El choriplanero más caro del mundo
La grasa militante
El gasto y la eficiencia del estado fueron unos de los argumentos con los que Cambiemos ganó las elecciones en 2015. Más precisamente, el gobierno pregonaba la generación de empleo privado y la reducción de la planta de empleados públicos.
"Queremos un estado sin la grasa de la militancia", Alfonso Pray Gay.
En línea con lo anterior, el 30 de enero de 2018 el presidente firmó el decreto 93/2018. De acuerdo a éste, el presidente, vicepresidente, jefe de gabinete y cualquier otro funcionario con el rango de ministro, quedaban prohibidos de nombrar a parientes con vínculo de hasta segundo grado en cualquier sector del estado.
"El acceso a ser parte de la dotación pública [será] a partir de los concursos", Mauricio Macri.
La medida tenía como objetivo "continuar mejorando la institucionalidad, la integridad y la transparencia de todas las políticas públicas (...)". Además, el argumento era que sólo los mejores y más capaces profesionales tendrían lugar en el estado, contribuyendo a la eficiencia en el funcionamiento del estado.
Si bien a primera vista la medida podía parecer coherente con los dichos de Cambiemos, en los hechos no resultó ser así.
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Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago
En efecto, Marcos Peña Braun, jefe de gabinete y mano derecha del presidente, logró acomodar a varios familiares y conocidos en distintos cargos o negocios con la administración pública. Desde miembros de la comisión nacional para la elaboración de sellos postales hasta costosas licitaciones para transportar orangutanes, todos lucran del estado.
"[Hay que] entender que el Estado no es de aquellos que nos toca gobernar, el Estado es de los ciudadanos", Mauricio Macri.
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