El embajador yanqui que añora los tiempos del “sello de goma”.
Se trata de Edward Prado, quien hasta enero de este año fue embajador de Estados Unidos en Argentina. Usó esa frase durante una charla con su antecesor en el mismo cargo, Noah Mamet. "El gobierno de los Fernández quiere mostrar cierta independencia". Detalles sobre la estrechísima relación que ambos tuvieron con el gobierno de Cambiemos.
"Quiero hacerte una pregunta política", arrancó un sonriente Noah Mamet, embajador yanqui en Argentina entre 2014 y 2017, hablando en teleconferencia desde California.
Con pantalla dividida, el que se preparaba para esa pregunta era Edward Prado, ex juez regional de Texas durante varias décadas, y luego embajador en Argentina entre 2017 y 2021.
La charla fue generada en marzo de este año, en el marco del llamado Argentina Project, una línea de trabajo del Wilson Center, institución estatal norteamericana dependiente del Congreso y dedicada a la investigación política.
Mirá el video
Hasta ahí todo venía bien, en un clima bastante institucional y con la corrección anglosajona que los caracteriza. Pero de pronto, Mamet elevó el tono de la charla con su pregunta: "¿Cómo describirías nuestra relación bilateral con Argentina?".
Prado hizo una pausa para pensar, y entonces arrancó con su respuesta: "Es difícil responder, porque todavía es una buena relación, que de algún modo se desmejoró a lo que era con el presidente Macri, que era una muy buena relación".
Correcto, nadie debería sorprenderse.
Pero Mr. Prado, el mismo que recibió a Patricia Bullrich disfrazada de vaquerita, avanzó un poco más, para dar detalles de cómo era esa muy buena relación que logró construir no sólo con el expresidente sino con su vice y con todos los miembros del gabinete. "La gente de Macri te decía 'sí, bueno. Eso nos parece muy bien. ¡Seguro!'".
Obvio de toda obviedad.
Contento con la charla, Prado hasta se animó a contar que con mucha frecuencia se veía con Macri. "Nos encontrábamos en diferentes eventos. Yo iba a la casa del presidente. A veces compartíamos un asado, tomábamos un poco de malbec, como lo hacía también con toda la gente de Macri", relató, casi como describiendo una relación entre superior y subordinado. Para detallar luego, tal vez algo decepcionado, que "todas esas oportunidades ya no existieron con la administración de los Fernández".
“NOS VEÍAMOS MUY SEGUIDO”
Aunque uno (Mamet) representó a un gobierno demócrata, y el otro (Prado) al presidente Trump del partido Republicando, parecía no haber disidencias en estas percepciones. El propio Mamet contó que antes de que Macri llegara a la Casa Rosada, ya era alguien muy cercano para él. "Nos conocíamos porque había sido alcalde de Buenos Aires, y la mayor parte de su equipo venía de la ciudad. Entonces ya los conocíamos y pasamos a tener una relación muy distinta, una relación muy cercana, en parte por lo que tú dices: porque nos veíamos muy seguido".
Algunos señalan que Prado, con muchos años de servicio en la Justicia norteamericana, fue un ariete clave en el montaje de las fases más agresivas del Lawfare en Argentina. De hecho, al poco tiempo de asumir, Ed Prado dijo muy suelto de cuerpo que venía a nuestro país a “ayudar a mejorar la Justicia argentina”. No hacían falta demasiadas preguntas para tal afirmación.
Pero no dejemos la charla, porque justo en este punto es cuando se empezaba a poner más pegajosa. Sobre todo cuando Prado, ya en confianza, empezó a dar detalles inconvenientes de lo que sucedía antes con Macri, en contraposición con la relación que luego tuvieron con el actual gobierno.
"Ahora ya no tenemos esa relación con la gente de Fernández. Entonces es más complicado discutir temáticas y convencerlos de ciertas posiciones", contó.
“QUIEREN MOSTRAR SU INDEPENDENCIA”
Y dijo que la tarea diplomática les estaba demandando muchos mayores desafíos por la posición del actual gobierno. "Ellos vienen ahora en una posición de: 'tienes que convencerme, porque no estoy seguro de querer avanzar con lo que tú dices'", contó Prado, señalando ya sin vueltas: "Creo que ellos quieren mostrar su independencia".
Obvio, maestro, se supone que no son tus subordinados.
Y finalmente, el enviado de Trump terminaría la charla con esta frase: "Ya no van a ser un sello de goma para todo lo que dice Estados Unidos".
Sí, "sello de goma", dijo. Y lo hizo mientras comparaba lo que fue el gobierno de Macri con lo que es el actual.
A esta altura, sólo me queda recordar una frase de uno de los grandes presidentes que tuvo nuestro país, el radical Arturo Humberto Illia, cuando dijo: “No les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender”.
Y mejor te dejo que seas vos el que le haga la lectura final a esta particular charla de estos dos embajadores que se describieron como muy cercanos a Macri y a su gente.
Yo ya creo que estoy de más.