Uso de barbijo

Por el momento, la Ciudad de Buenos Aires no declará obligatoria la utilización de barbijos a modo de protección. Es una “fuerte recomendación”, como enfatiza Santilli; pero en tanto los expertos no lo propongan como necesario, no tomará carácter de obligatorio.

Se trata de una medida que ya ha sido tomada en varias provincias, como La Rioja y Catamarca.

Flexibilización de la cuarentena

El gobierno de la Ciudad no puede tomar medidas independientemente del gobierno nacional, ni contradecir un Decreto de Necesidad y Urgencia. Las medidas de flexibilización serán anunciadas por el presidente, pero todo indica que el proceso será muy progresivo, teniendo en cuenta que se acaba de anunciar una extensión de la cuarentena hace 2 días.

Sin embargo, sí se sabe que algunos rubros cuya actividad es necesaria retomar y no significan un riesgo inminente de contagio volverán a trabajar. Es el caso de los talleres mecánicos, por ejemplo.

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Transporte

El verdadero desafío que enfrenta la capital nacional para la reorganización de la vida cotidiana, durante y después del proceso de cuarentena, es el transporte. Es allí donde se encuentra la mayor cantidad de gente aglomerada y, por lo tanto, lo que representa el mayor riesgo de reincidir en un aumento del contagio.

Sólo en CABA viven aproximadamente 3 millones de habitantes. Otros 3,5 millones de personas ingresan diariamente a la ciudad por trabajo, educación o distintas necesidades. Junto con el AMBA, constituye la zona de mayor densidad poblacional del país.

En un día normal, en el subte pueden contarse 1.900.000 viajes. El martes pasado se registraron apenas 26.100 pasajes: una disminución del 98%. El tren cuenta con cifras similares: alrededor de 1.450.000 boletos diarios.

¿Qué pasará cuando toda esa gente vuelva a las calles? ¿Qué pasará en los horarios pico cuando, aquí o en cualquier lugar del mundo, se aglomeran grandes cantidades de personas?

Crisis fiscal

La Ciudad de Buenos Aires es el distrito más rico de la Argentina, a donde se concentran la mayoría de los recursos económicos del país. Aún así, la recaudación fiscal ha caído un 35%. Son cifras que preocupan, teniendo en cuenta que la situación de crisis es relativamente nueva. El problema será en unos meses.

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Caída del consumo

En ese sentido, el vicejefe de gobierno aporta datos interesantes que ayudan a dimensionar la situación. Aparte de la caída en la recaudación, ya se ha hecho sentir una caída del consumo en general. Un indicador de esto son las cantidades de residuos recolectados. Se registró un 30% menos de toneladas de basura recogida. Naturalmente, menos kilos significa menos consumo.

Trabajo coordinado y optimismo

Pese a todo, Diego Santilli se mantiene positivo. Rescata la predisposición de todos los órdenes del estado para trabajar conjuntamente, sin distinción partidaria. Es una situación excepcional, claro, pero que trae tranquilidad. Destaca, por sobre todo, el esfuerzo y la capacidad del presidente.