Fue tan buen espía, que Macri lo nombró juez federal. Mirá la investigación y las pruebas exclusivas.
El increíble caso de Juan José Baric, hoy juez federal de La Pampa, pero que antes de ese cargo trabajó como interventor del Servicio Penitenciario de Buenos Aires. Fue el encargado de coordinar la instalación de cámaras y micrófonos ocultos en la cárcel de Melchor Romero para poder espiar a los "presos mediáticos" y con eso abastecer a los medios amigos de Macri y a las avanzadas del lawfare.
“¿Viste que tenemos que terminar esa pared sí o sí? Ya sé que vos sabés bien de dónde viene la orden. Acomoden los tantos para que termine esto, y para mañana, si viene esta gente, esté todo listo”.
Podría ser el mensaje de un estafador, o de un mafioso. Tal vez lo sea. Pero en “lo formal”, era el audio que el interventor del Servicio Penitenciario de Buenos Aires le envío a la directora de la Alcaidía 3 de La Plata, conocida como Melchor Romero. El emisor, Juan José Baric, hoy juez federal en La Pampa. La receptora, Natalia Roussillion. ¿Qué estaban tramando? ¿De dónde venía la orden? ¿Por qué se tenía que ejecutar sí o sí? ¿Cuáles eran los tantos que se tenían que acomodar? La respuesta a estas preguntas desatan un nuevo escándalo en lo que fue la gestión de Cambiemos entre 2015 y 2019.
Manual básico de lawfare
El aparato de espionaje ilegal, de persecusión de opositores, de coordinación con los medios adictos, de premios y castigos para los que obedecían y para los que no, fue sin dudas una de las bases sobre las cuales el Macrismo intentó -y en buena medida logró- construir su poder. Un poder que aunque haya perdido las elecciones en primera vuelta en 2019, sigue ejerciendo con crudeza y con la decisión de volver a manejar los destinos del país y de la provincia de Buenos Aires.
El protagonista central de esta trama es Juan José Baric, un hombre muy vinculado a la AFI a través de Alan Ruiz, con quien había compartido andanzas en la provincia de La Pampa. Desde allí lo trajo la exgobernadora María Eugenia Vidal para nombrarlo secretario de Asuntos Penitenciarios, luego de descabezar la cúpula del SPB.
La otra protagonista es Natalia Roussillion, abogada y penitenciaria, y en ese momento directora de la cárcel de Melchor Romero.
Estos dos funcionarios tenían comunicación directa, y compartían datos llamativos, como ser la lista de presos “mediáticos” que Baric le pidió a la penitenciaria, y la repuesta de ésta, tal como quedó reflejado en el chat que ambos compartían.
Chat entre Juan José Baric y Natalia Roussillion.
El interés y la ansiedad mostrados por el hombre que estaba en lo más alto de las autoridades penitenciarias no se logra explicar por ninguna cuestión legal, operativa o de seguridad, sino porque probablemente su rol era abastecer de información y de contenidos a los medios ultramacristas, que habían puesto el eje y las garras sobre uno de estos casos mediáticos.
Preparar el pabellón
Baric y su gente estaban muy interesados en las instalaciones de Melchor Romero, porque de ahí tenía la orden de obtener información que sería usada políticamente para el juego del Lawfare: justicia, medios, espionaje, servicios de inteligencia. Todos trabajando en el mismo sentido.
Pero la orden “de arriba”, esa a la que se refiere Baric en sus audios, era avanzar más. Tenían que “alambrar” algunas celdas del penal para poder espiar a los detenidos. “Alambrar” era la palabra utilizada para referirse al montaje de cámaras y micrófonos ocultos, y el tendido de cables para conectar ese equipamiento.
La especulación que los impulsaba era clarísima en el momento en que comenzaron a desplegarse estas actividades ilegales, agosto de 2018. Se esperaba que en uno o dos meses fueran detenidos Pablo y Hugo Moyano, que serían llevados precisamente a esa cárcel.
Por eso comenzaron a trabajar en la preparación del establecimiento, para lo cual vaciaron un pabellón completo con capacidad para 36 presos. Una vez vaciado, se encargarían de instalar los equipos de espionaje. El encargado de coordinar todo esto sería Baric, al que luego Macri nombró juez federal.
Escuchá los audios
Finalmente, las "obras" comienzan el 8 de agosto del 2018, en simultáneo con la Justicia pretendiendo meter presos a los Moyano o a los otros mediáticos que fueran cayendo.
Ese día entró una cuadrilla especial de la AFI para hacer todos los "acondicionamientos" de seguridad en el pabellón. Supuestamente iban a cambiar la cámara que filma el pasillo central del pabellón.
Chat entre Andrés Rodríguez y Natalia Roussillion.
Lo que la directora no sabía, o supuestamente no sabía, es que en ese pabellón lo que querían instalar era en realidad un sistema de cámaras y micrófonos ocultos, no sólo para espiar a los presos mediáticos que iban a llevar, sino también para registrar las conversaciones con sus abogados.
El que sí lo sabía era Baric, y es por eso que estaba tan interesado en conocer las dimensiones del lugar, para poder instalar el "equipamiento".
De las obras se encargaría Andrés Rodríguez, un agente de la AFI "comisionado" dentro del Servicio Penitenciario. Él es el que se pone en contacto con la directora del penal para pedirle las medidas de una pared falsa que tenían que levantar.
Chat entre Juan José Baric y Natalia Roussillion.
Tanto Rodríguez como Baric le consultan de manera insistente por ese detalle, hasta que la funcionaria se los pasa. Y las consultas, siguen, de un lado para el otro, donde queda muy en claro quién organizaba y quién ejecutaba.
Chat entre Andrés Rodríguez y Natalia Roussillion.
¿Por qué estaban tan interesados los dos funcionarios en las medidas de esa pared? La respuesta está en lo que la directora de la cárcel declaró luego ante la justicia.
Testimonio de Natalia Roussillion ante la Justicia.
Evidentemente la maniobra era un poco arriesgada y podía dejar pegados a varios. Por eso el hoy juez federal Baric la intenta calmar un poco a la directora, y da la sensación de que lo logra. Pero probablemente hoy ese diálogo deje un poco pegados a ambos.
Escuchá los audios
Para que se quede tranquila, Baric menciona a un tal “Horacio”. Horacio no era ningún cuatro de copas. Se trataba de Horacio Falcone, el N°2 del Servicio Penitenciario, que también estaba al tanto de toda esta movida.
Oficina de espionaje
La cuestión es que los muchachos que ingresaron hicieron algo más que renovar las cámaras.
Testimonio de Natalia Roussillion ante la Justicia.
Lo que se hizo, según avanzó la investigación judicial, fue un tendido de cables de audio y video que perfora las losas del techo e ingresa a tres celdas de ese pabellón, también entra en la oficina de un funcionario penitenciario, y finalmente hace lo mismo en la sala de abogados, donde los presos se reunirían con sus defensores.
Eso explica a la perfección ese interés casi obsesivo de Baric por conocer el tamaño de la sala de abogados. Necesitaban instalar ahí los equipos de espionaje. Y no podían fallar.
El trabajo fue realizado y a la perfección, respondiendo a las órdenes de este hombre que hoy es juez federal en La Pampa.
Mirá las pruebas exclusivas del cableado
Esto es lo que tenían preparado para los Moyano y para cualquiera de los presos que el lawfare se encargaría de llevar a esa cárcel. No sólo hicieron toda la instalación para espiar a los presos, sino también a sus abogados.
Pero hay un problema más. Toda esta información estuvo en manos de la fiscal Cecilia Incardona, que es la que investigó hasta ahora las causas de espionaje en Lomas de Zamora.
Incardona y su ayudante Santiago Eyhereabide tuvieron acceso a todas estas imágenes, a los audios del hoy juez Baric, a los chats. Tuvieron acceso a absolutamente todo.
Pero a la hora de señalar responsabilidades, decidieron apuntar contra todos los operarios que hicieron las instalaciones, y también contra Andrés Rodríguez, el hombre de la AFI.
Pero a Baric, el que coordinaba todo dese el Ministerio de Justicia del gobierno de Vidal, ni si quiera lo llamaron para preguntarle si sabía algo.
Por las dudas, Incardona, o el fiscal que ahora le toque seguir con la causa de espionaje: les cuento que se están olvidando de un "muñeco", que da la casualidad que ahora es juez federal y que organizaba todo, diciendo que las órdenes venían de arriba.
Ese hombre es el que le mandaba este tipo de audios a la directora del Penal donde estaban los presos "mediáticos" y a donde iban a ir los Moyano.
Escuchá los audios
Pese a todo lo que viste, en el pedido de los fiscales Incardona y Eyherabide se ve que se olvidaron de que habían un pez gordo que se les fue a un juzgado federal de La Pampa
Citación a indagatoria por la causa. No se encuentra Baric.