GESTAPOGATE: ¿Quién es el "enano", Juan Sebastián De Stéfano?
Hace dos años te lo anticipamos. ¿Quién es “el enano”, Sebastián De Stéfano? Enterate de todo en la nota. A quién respondía directamente, qué manejaba y por qué los medios todavía no se animan a nombrarlo.
Fue el jefe de la mafia, directamente. Para eso Macri lo dotó de 400 subordinados externos, todos abogados. Ellos debían generar la materia prima para el Lawfare. En julio de 2020 fuimos los primeros en mostrarlo y en descubrir su participación en la megacausa de espionaje ilegal durante el gobierno de Cambiemos. Lo señalamos como uno de los cerebros de todo.
“El enano” coordinó el equipo a la perfección. Él manejaba tribunales, o por lo menos la relación de las causas armadas con los juzgados y fiscalías. Todas las relaciones espúreas pasaban por él.
Todo lo que hizo De Stéfano lo hizo sin control interno ni parlamentario. Es que “El enano” tenía sólo dos jefes, primero Macri y después Arribas, nadie más.
La conexión Heidi.
De Stéfano coordinó las cuevas paralelas de espionajes llamadas AMBA. Habría que preguntarle a Cristian Ritondo si eso le suena. Pero también “El enano” era el jefe de Ciberinteligencia y Electrónica.
Vínculos con todos. Con todos…
Ni María Eugenia, ni Cristian Ritondo ni Horacio podrían negar que lo conocían, y lo peor de todo es que conocían lo que hacía. Hasta ahí nada nuevo ni sorprendente.
¿Pero sabés quién lo conoce bastante bien? El representante del kirchnerismo en el Consejo de la Magistratura, Diego Molea. Éste y Biglieri -los dos amigos del Tano Angelici- también saben de lo que estamos hablando.
“El enano” es un intocable
Nada va a pasar judicialmente con “el enano”, nadie se va a animar a profundizar una causa contra quien conoce todos los negocios oscuros de cada uno de los que deberían avanzar en su contra. De Stéfano tiene más poder que He-Man y Comodoro Py lo sabe…
Qué poco se TV
Algunos medios alineados con el oficialismo tampoco hablaron hasta el momento con nombre y apellido de Sebastián. ¿Por qué? Habría que averiguar las relaciones de algunos exjefes del enano con los dueños de esas empresas periodísticas que recién le soltaron la mano cuando la vicepresidenta mostró la foto con los nombres de que participaron de la GESTAPOGATE.