Patricia Bullrich: Enterate por qué tiene tanto poder.
Nadie te lo va a explicar. Nadie te lo va a contar sencillamente porque hacerlo implica meterse de lleno con el corazón del poder real en Argentina. Y ese poder real, aunque no nos guste, reside en “la Embajada”. Desde el Palacio Bosch se articula el poder real en nuestro país desde hace casi un siglo. Y la elegida para bajar ese poder real a la arena de la política es Patricia Bullrich. Leé la nota.
Pato es una dirigente inexplicable que ha sabido pasar desde la JotaPé de los 70, al exilio con Galimberti en la diáspora montonera, para volver al país reconvertida en una entusiasta menemista de la primera hora, y luego recalar en la Alianza. Es recordado su paso por el gobierno de De la Rúa, por haber sido la ministra de trabajo que decidió recortarle 13% del sueldo a los jubilados.
Luego se reconvirtió. Fundó un partido, fracasó. Se alió con Carrió, fracasó. Hasta que finalmente corrió a los brazos de Mauricio Macri, y durante 4 años nos sometió a los tiros desde su Ministerio de Seguridad.
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El problema de Bullrich no es su insólita trayectoria política, sino la violencia que ejerce para llegar y para mantenerse en el poder (no dejes de leer esta nota hasta el final para conocer quiénes son sus cadetes).
No debe haber otro dirigente que haya participado de un escrache real, no una parodia, en la puerta de la residencia del presidente de la Nación en Olivos. Tampoco creo que haya otro político que haya propuesto entregar la soberanía de las Malvinas a cambio de lo que sea.
Difícilmente vayamos a encontrar a un ministro o ex ministro como ella dando respaldo a un tipo como Chocobar, que encima, tras ser condenado por el crimen, lanza un mensaje mafioso al grito de “la Bonaerense tiene huevos”.
Patricia Bullrich es eso. Es la mujer que sin importarle nada de lo que se está viviendo, se anima a acusar al gobierno y a un exministro de haber frustrado el ingreso de vacunas por haber pedido coimas. Sin un solo dato. Sin una sola documentación. Y también sin ninguna lógica, porque clientes era lo que le sobraban a Pfizer. Absurdo. Pero ella se animó a decirlo. Y a repetirlo. Y a ratificarlo. Porque la bancan. Claro que la bancan.
La verdad es lo de menos
Y si no me creés, fíjate qué político es capaz de resignificar la realidad y convencer a los desprevenidos que lo que pasó el domingo fue un escrache. ¿Escrache, Patricia? ¿Y entonces, cómo lo logra? Volvamos al principio. Patricia es un ariete de la Embajada. Grabate eso. Y para actuar necesita de sus cadetes (lo que te decía más arriba). Los tiene, los tuvo, los seguirá teniendo.
Y si seguís sin creerme, pensá en Marcelo Dalessio. Lo quisieron hacer pasar por delirante, pero el tipo se presentaba como miembro de la DEA y escribía en hojas con el membrete de la Embajada. Después Pato quiso hacerse la distraída, pero las fotos están, los chats están, el testimonio de Dalessio está, y la documentación en su computadora también.
Patricia Bullrich y Marcelo D'Alessio.
Y si todavía no me creés, pensá en Luis Gasulla, el periodista ladero de Majul, que por iniciativa de Patricia lo llevó a Lázaro Báez a hablar con Leo Fariña para intentar ablandarlo y que declarara contra CFK. También ahí estuvo ella.
De puño y letra: el periodista/agente Luis Gasulla, dándole indicacones a Lázaro Báez para tratar de ablandarlo.
Y si te quedan dudas, acordate de los últimos días de Nisman, acosado realmente por Patricia Bullrich y por Laura Alonso, con quienes cruzó decenas de mensajes el día anterior a su muerte, donde le decían lo que tendría que hacer y lo que tendría que decir al día siguiente en el Congreso mientras su denuncia se derrumbaba.
Laura Alonso y Patricia Bullrich.
Por eso no nos sorprende que el domingo, Pato, la de los oscuros ministerios, no tuvo más que inventar un supuesto escrache y levantar el teléfono de su cadete, Majul, para que en el acto le mandaran una cámara a transmitir en vivo. En el acto.
Captura del canal LN+.
Ese poder sólo te lo da cuando estás ungida desde una Embajada. Olvidate. Patricia es la elegida. Y por eso tiene tanto poder.
[Adelanto: no te pierdas mañana las millonarias deudas de Eduardo Feinman. Con fotos, documentación y videos. Porque en ADN no nos gusta andar hablando al pedo]