La AFI de Mauricio Macri tenía más abogados que espías. Quiénes son los jefes del ejército de 600 abogados que se contrataron al comienzo de la gestión pasada y que fueron los que filtraron las escuchas y apretaron a los jueces. Mirá el video.

A comienzos de año, ADN PERIODISMO FEDERAL denunciaba lo que terminaría siendo la causa de espionaje ilegal que ya lleva 22 detenidos. Entre otras cosas, contábamos cómo y para qué se habían contratado 600 abogados en la Agencia Federal de Inteligencia.

Semejante reestructuración en la plantilla del personal de los servicios de inteligencia obedecía a una reorganización de las acciones de la Agencia hacia cuestiones de índole legal.

¿Por qué? ¿Qué tenía que ver? Se utilizaría el ejército de abogados para lo que ahora se descubre: armar operaciones políticas a través de causas judiciales. Se trata del conocido y nombrado lawfare.

Esta implementación estaría articulada entre varias áreas y competencias del Estado. Los servicios de inteligencia harían espionaje y así recolectarían información para la extorsión y otros fines.

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Además, la información en muchos casos se sacaba de las bases de datos de AFIP y Migraciones, dos organizaciones que concentran la mayoría de la información sensible de todos los ciudadanos argentinos.

Finalmente, el ejército de abogados daría forma a una denuncia legal. Esa denuncia sería transmitida por todos los medios oficialistas. Por más de que esas causas nunca llegaran a ningún lado, el daño ya estaba hecho.

Así funcionaron las operaciones del macrismo.

Ahora bien, la investigación en la causa de espionaje avanza de abajo hacia arriba. Los espías, aquellos ejecutores materiales, los que se embarraban las manos, ya están detenidos. Incluso, las detenciones han llegado hasta funcionarios de la misma Casa Rosada: se trata del secretario privado de la secretaria de Documentación de Mauricio Macri.

Pero, ¿realmente podrían ser ellos los ideólogos de la red de espionaje? ¿O son también ellos otros de los que se embarraban las manos, sólo que en oficinas?

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Acá faltan los jefes. Alan Ruiz, el jefe de Operaciones Especiales de la AFI está preso. Sí, pero parecería que él tampoco fuera el ideólogo. Recibía órdenes, ¿o era él el principal y único interesado en espiar a Diego Santilli, por ejemplo?

Quizás, con un poco más de tiempo y de investigación se llegue a Gustavo Arribas y a Silvia Majdalani, los dos directores de la AFI. También quizás se llegue a Mauricio Macri y a aquellos pocos que no fueron espiados, entre los miles que sí: Patricia Bullrich, Marcos Peña, Elisa Carrió y el expresidente.

Y también faltan los jefes del ejército de los 600 abogados y que hasta el momento han pasado desapercibidos: Hernán Martiré, José “el Chizo” Padilla, Juan “el Enano” Destéfano y Pablo Pinamonti.

Hernán Martiré.

José Padilla.

Pablo Pinamonti.

Juan Destéfano.

Son ellos los que se dirigían a los despachos de los jueces y los que filtraban las escuchas a los programas de televisión.

Incluso, sin ningún tipo de reparos, se dan el lujo de escribir artículos sobre las prácticas de inteligencia.

Artículo escrito por Hernán Martiré.