A la guerra y sin fusil: empresas agroexportadoras obligan a trabajar sin medidas preventivas en los puertos
Puertos de contagio
En el decreto 297/2020 que declaró el aislamiento obligatorio quedan eximidos del mismo los trabajadores de “actividades vinculadas con la producción, distribución y comercialización agropecuaria y de pesca” (inc. 13 art.6). También en el inciso 15 del mismo artículo quedan eximidas las "actividades impostergables vinculadas con el comercio exterior".
En estos grupos se encuentran miles de trabajadores de las entidades portuarias: agentes marítimos, coordinadores de embarques, encargados de abordo, recibidores de granos, entre otros.
Se trata de una actividad que permanece en estrecho contacto con personas y productos provenientes del exterior y de zonas de riesgo, como Brasil, el mayor socio comercial de nuestro país.
De acuerdo a los trabajadores, los buques provenientes de Chile o Brasil ingresan sin cumplir ninguna medida de aislamiento previo y esto representa un claro riesgo de contagio. En un solo puerto pueden contarse más de mil buques al mes.
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Medidas sin cumplir
El Ministerio de Transporte dictó un plan de contingencia para aquellas tareas que deban continuar con sus actividades por considerarse esenciales.
Los sindicatos y agrupaciones del sector portuario denuncian que esas condiciones no se están cumpliendo y piden que se revise la decisión de considerar sus actividades como esenciales.
En el comunicado emitido, los representantes cuestionan la necesidad de continuar con actividades que no son directamente esenciales para la sociedad en un contexto de emergencia sanitaria, sino para el rédito del sector agroexportador.
Comunicado de sindicatos del 20 de marzo.
Comunicado de sindicatos del 20 de marzo.
Según apuntaron algunos trabajadores, de las medidas de contingencia sólo se cumple la que indica determinar a los responsables. El resto permanece incumplido.
Esto significa que se desconocen los hospitales asignados en caso de una infección y que tampoco se cuentan con lugares para el aislamiento correcto, entre otras omisiones. Tampoco hay medidas de desinfección ni sitios con elementos de higiene. Insumos básicos, como barbijos y guantes, tuvieron que ser provistos por ellos mismos.
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Ante esta situación de riesgo inminente los trabajadores de URGARA intentaron no asistir a los lugares de trabajo, pero se dictó la conciliación obligatoria por la presión de las empresas agroexportadoras.
El resultado es que miles de trabajadores portuarios se ven obligados a estar en permanente riesgo de contagio y sin ningún tipo de prevención o protección.