Después que detuvieron a los supuestos integrantes de la banda que comercializaba cocaína cortada con fentanilo, que causó muertes e intoxicaciones en la provincia de Buenos Aires, surgieron casos similares en Rosario Santa Fe.

Sin embargo, luego de una semana de álgidas discusiones entre funcionarios del Gobierno Nacional, de la Provincia de Buenos Aires y voceros del macrismo, el problema del narcotráfico en Argentina dejó de estar en agenda.

Pareciera que los políticos consideran resuelta la situación. Pero la cadena de corrupción, la connivencia de narcos con policías, jueces, fiscales y políticos continúa.

La vida de los vecinos, en tanto, continúa acechada, conviviendo con cocinas de cocaína, amenazas de consumidores y vendedores; con inseguridad.

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Continúan, además, las intoxicaciones por drogas y los crímenes vinculados al narcotráfico.

Entre el sábado y el domingo hubo 5 crímenes en Rosario, todos vinculados a ajustes narcos.

Pero estos problemas no son privativos de Rosario o de Buenos Aires.

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Tampoco lo es el problema de la cocaína cortada con carfentanilo, una nueva droga que está siendo probada en los pibes de nuestro país.

Esta droga ya es conocida en Estados Unidos mata 100.000 personas por año; son más muertes que las causadas por accidentes de tránsito en un año y homicidios en situación de robo.

La droga ya está en Argentina y está causando muertes.