Homicidio y falta de control: ¿cómo llegó el prófugo de la Justicia desde Buenos Aires a Chaco?
El hombre acusado de matar al deportista Marcelo Longhi en la provincia de Buenos Aires, había viajado más de mil kilómetros y se escondió en una casa de la ciudad chaqueña de Resistencia, a sólo tres cuadras de la sede de la Dirección de Investigaciones Complejas de la Policía del Chaco.
El homicida Ramón Flores había llegado a Chaco el 15 de enero. Lo habría llevado en camioneta su cómplice y socio de la víctima, Pablo Achard.
Viajaron sin problemas. El hombre que había sido el más buscado por la Justicia argentina no había sido demorado en el trayecto entre General Rodríguez y la localidad de Barranqueras, un poblado al costado del río, a unos 5 kilómetros de Resistencia.
Estuvo escondido allí unos 20 días, hasta que la Policía chaqueña lo encontró. Estaba en la casa de un allegado.
El chaqueño comenzó a moverse de su guarida el domingo 6 de febrero, luego que los medios locales dieron a conocer que había contactado al abogado Francisco Belle.
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Le pidió al letrado que presente un pedido de eximición de prisión ante la jueza federal Zunilda Niremperger, pero el abogado le dijo que era difícil que se la concedieran.
Lo que quería evitar Flores era estar detenido en Buenos Aires y por eso desistió de presentarse a la Justicia.
Este peón de campo que había sido contratado por Longhi y Achar en 2021 sabía que con sus antecedentes penales sería difícil continuar en libertad y por esto decidió esconderse.
En 2013, y 2021 fue denunciado por usurpación. En 2015 quedó a disposición de la Cámara Segunda por tentativa de homicidio.
En 2018, dos causas por lesiones y amenazas en contexto de violencia de género en la fiscalía 10. Por sus antecedentes, se hacía llamar “Javier”.
Ahora está acusado de haber roto el cuello con sus propias manos al ex rugbier. La intención habría sido que el socio, Pablo Achar, se quede con los bienes de la sociedad que habían creado en conjunto.
En su defensa, Flores sostuvo: “siento que soy un perejil. Estoy seguro que las cosas que dicen no pasaron ahí. Mi patrón (Pablo Achard) y yo no tenemos nada que ver.
Según explicó, pensaba viajar hacía Chaco para anotar a su hija recién nacida y contó que en el campo «tenía miedo» porque «estaba solo».
«Yo no vine prófugo al Chaco. Yo vine en la camioneta del patrón Pablo. Le dije que me traiga porque tenía miedo», dijo.