El barco

El imponente catamarán lleva por nombre SUPERFERRY EXPRESS y es de propiedad de LUMARY PANAMÁ S.A. La patente de navegación fue otorgada por el Registro de la Marina Mercante de Panamá el 28 de octubre de 2016. No obstante, la embarcación viene de Singapur.

A pesar de haber pasado desapercibido a la entrenada y aguda mirada de los controles portuarios, el barco mide nada más y nada menos que 63 metros de largo y tiene una capacidad de 600 pasajeros. Es la envidia de Houdini.

El ingreso a la Argentina

Para el invisible ingreso al puerto de Buenos Aires,  el 21 de noviembre de 2016 se tramitó ilegalmente una solicitud temporal de entrada para embarcaciones deportivas y de recreo en calidad de turista comunitario. Con esto el presunto turista también se comprometía a reportar la salida de la embarcación una vez cumplido el plazo permitido.

El problema es que la supuesta embarcación deportiva, lo que bien podría ser una lancha o una canoa, tampoco entró navegando, sino que lo hizo arriba de un barco de exportación de soja de la empresa COSCO. De yapa venían 13 contenedores.

Una vez en el puerto, se declaran los contenedores en AFIP; el casco, claro, había llegado supuestamente navegando. Los contenedores fueron declarados como repuestos para reparar la embarcación rota. Sin embargo, difícilmente se trataba de repuestos porque el dueño adquirió los supuestos repuestos el mismo día que el barco, ambos el 1º de octubre.

Lo cierto es que los supuestos repuestos eran, en realidad, las piezas para armar la embarcación  acá en Argentina. Como se puede ver en los boletos de compraventa, en una operación adquiere el casco del barco, valuado en usd$2.900.000; y en otra adquiere las piezas para el armado por usd$574.974,36.

Los boletos de compraventa del casco y de las partes faltantes para armarlo, respectivamente.

En AFIP

Pero hay más trucos de este verdadero pirata. El valor real del barco en aduana era de usd$4.500.000. De acuerdo a la rendición de aduana, para ingresarlo al país se deberían haber pagado en materia de impuestos usd$2.117.700.

Rendición de cuentas de aduana.

¿Cuánto se pagó? usd$28. En 2016, dos pizzas.

Formulario de importación de AFIP.

Mirá el video:

Los responsables

Nada de esto es posible sin la complicidad y acción deliberada de quienes son responsables de los controles. Son demasiadas las omisiones.

¿Quién era interventor de la Administración General de Puertos? Gonzalo Mórtola, un Newman boy.

¿Quién era titular de Aduana en ese entonces? El ex candidato a presidente, Juan José Gómez Centurión, un hombre de Elisa Carrió.

¿Quién mantenía negocios y fue luego cónsul de Singapur, lugar de donde venía este barco que navegaba desarmado? Nicky Caputo, hermano de la vida de Mauricio Macri, según dicho por el ex presidente, otro Newman boy.