Desde el primer vuelo de la empresa lowcost en el país hay inconvenientes. El 5 de diciembre de 2017 inauguraba los vuelos de cabotaje, viajando de Córdoba a Iguazú. Sin embargo, apenas 10 minutos luego de encontrarse en el aire, uno de sus motores falló y deberieron efectuar un aterrizaje de emergencia. Ese mismo día la empresa canceló otro vuelo, mientras que un tercero se demoraba más de 8 horas. Sería un presagio de lo que vendría.

Para poder ofrecer vuelos a precios por debajo de los de la competencia de algún lado hay que recortar gastos. Algunas investigaciones comprueban que Flybondi no cumple con los mantenimientos de las aeronaves como corresponde. 

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El 7 de marzo de 2018 ocurría otro incidente que ponía de manifiesto la negligencia con la que opera la empresa. Dos pilotos extranjeros volaban el avión que debía ir de Bariloche hasta el aeropuerto de El Palomar. No obstante, los pilotos no conocían los aeropuertos argentinos y confundieron el aeropuerto de El Palomar con el aeropuerto de Morón.

Ruta realizada por el avión de pasajeros de Flybondi que iba de Bariloche al Palomar el 7 de marzo de 2018.

Comparación de las rutas. En verde, la ruta asignada. En rojo, la ruta realizada por los pilotos confundidos.

Lo grave no es sólo la confusión, sino que volaron a baja altura (1800 pies) bordeando una zona que mantiene un constante tránsito aéreo. Sucede que en el aeropuerto de Morón funcionan cerca de 20 escuelas de vuelo. Cada 6 minutos despega o aterriza un avión de pequeño porte.

Como dicen los saberes populares, lo barato sale caro.