La caída se puede medir por muchos indicadores: cantidad de recetas prescriptas, volumen de trabajo de los laboratorios, entre otros. El ministro de Salud se refirió en los últimos días a los bajos niveles de ocupación de camas generales en los establecimientos sanitarios.

Según González García, hay un 42% o 43% de ocupación. Esto genera preocupación en el gobierno en tanto esto no es signo de una población más sana, sino de una población que ha interrumpido sus consultas y chequeos médicos.

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La bioquímica Mariel Alejandre (MN 8376) expresa que las pruebas que realizan en su laboratorio han caído un 75%, mientras que otros laboratorios manifiestan estar trabajando solamente al 15% de su capacidad operativa.

“Tenemos que incentivar a la población, porque las camas generales están (ocupadas) en un 42 o 43%. Tenemos mucho margen. Esto no es bueno, primero porque la gente si llega tardíamente en algunas patologías tiene peores consecuencias. En segundo lugar, porque estamos reteniendo demanda”, Ginés González García.

Es indudable que la caída se debe al temor por el contagio en los centros sanitarios. Desde el gobierno instan a la gente a retomar las consultas frecuentes y necesarias tomando todas las medidas preventivas.

“El desarrollo que hemos hecho en conocimiento, en recursos y en actitud en estos días es muy fuerte. La pandemia sirvió para producir aceleraciones que no hubieran sido fáciles en otro momento. Hoy tenemos 21.800 camas más que hace 50 días, 1500 en terapia intensiva; son números chinos”, Ginés Gonzáles García.

El problema no es sólo que las enfermedades y patologías puedan agravarse sin la atención médica, sino que también se está “reteniendo la demanda”, como lo expresó el ministro. En efecto, así existe el riesgo de una posible saturación. A su vez, se hace hincapié en el fortalecimiento y preparación del sistema sanitario.

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