Grooming

Grooming es un término anglosajón para definir el engaño perverso que se hace por parte de un adulto hacia un menor con el fin de abusarlo sexualmente. Por lo general, el término se utiliza en relación a las prácticas virtuales a través de Internet.

En un reciente artículo de La Nación, se denunciaba que se habrían duplicado las denuncias por abusos sexuales a menores a través de redes sociales durante el período de cuarentena.

El docente detenido, de 50 años, es Adrián Rowek. Trabajaba en una escuela en Villa Devoto. La causa está bajo la investigación de la jueza penal Cristina Lara, que pidió la prisión preventiva por el riesgo de fuga y de posible entorpecimiento de la investigación.

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Luego de que la denuncia tomara estado público muchas personas se animaron a denunciar que habían sufrido acoso por parte del maestro. El abusador habría sido denunciado en varias ocasiones en otras instituciones. Como lamentablemente suele suceder en estos casos, los abusadores muchas veces cuentan con un historial de denuncias o de sospechas que no trascienden y no son expuestas sino hasta que se formaliza una investigación en la justicia, momento para el cual ya es tarde.

En intentos por evitarse inconvenientes, las instituciones educativas encubren los hechos sin tomar acciones. Lo que también otras veces lamentablemente sucede es que no se cree en el testimonio de las víctimas.

Detección temprana

Para poder anticiparse y prevenir los hechos de abuso de este tipo es importante comprender cómo funciona el engaño característico de los pedófilos. En psicología, el término técnico para describirlo se llama “hechizo”.

Tal como relata Manuela, una exalumna del maestro, este tipo de abusador se destaca por generar simpatía con sus víctimas. Siempre son los “piolas” y a través de esto comienzan a traspasar progresivamente los límites de las relaciones. Lo hacen muy disimuladamente, razón por la cual muchas veces estos hechos no se descubren o resultan increíbles.

Es por esto que es necesario el reconocimiento temprano de sus mecanismos perversos. Son muy hábiles en la disimulación. Por ejemplo, un docente pedófilo agregaría a varios alumnos (o a todos) a sus redes sociales al mismo tiempo; entonces así pasa desapercibido y llama menos la atención de los adultos.

Mirá el testimonio de una exalumna