Amenaza y desprecio, como forma de hacer política
La bestialidad expresada a modo de amenaza por una alta funcionaria del gobierno de Salta, cuando su vehículo se vio demorado por una protesta docente, pone a flor de piel la mirada de muchos de nuestros dirigentes, y por ende de nuestra sociedad. La mirada despectiva sobre el laburante, al que definen como “negro de mierda”. Un concepto jodido, que no se conjuga de ningún modo con la democracia. El antecedente de Soledad Acuña, y lo que dijo la funcionaria salteña.
No estamos bien. La política no está bien. Hay algo que no estamos sabiendo ver o entender, pero que sucede y nos jode la existencia.
Para que me entiendas de qué estoy hablando, quiero ponerte un poco en contexto.
Provincia de Salta. Una alta funcionaria de gobierno, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, resulta que de pronto se vio demorada cuando quería salir de su laburo en Casa de Gobierno, porque afuera había una manifestación de docentes.
¿Por qué protestaban los docentes? Básicamente porque el gobierno de derecha de Gustavo Sáenz, el amigo del fiscal Stornelli, no les está asegurando la provisión de insumos básicos para la prevención del Covid-19, y además, por supuesto, la cuestión salarial.
Esto fue esta semana. La cuestión es que cuando intentaba salir con su auto una alta funcionaria, llamada María José Hansen Castello, se da esta situación. Te recomiendo que le des play al video, porque si lo leés sin escucharlo no lo vas a poder creer.
Transcribo a grandes rasgos lo que dijo Hansen:
“Les voy a meter el auto encima, ya vas a ver. Mirá la cara de esta docente. Ah, te tapás ahora, ¿eh? Vas a salir en todos los medios, te aviso”.
Y la funcionaria, que hace varios años fue contratada como mediadora comunitaria (¡mirá vos!), continúa: “Vos no tenés derecho. No voy a hacer bosta mi auto por vos, negras de mierda”. Y remata: “Si tuviera una 4x4 te paso por encima”.
Fijate que la amenaza con salir en los medios. Porque sabe que tienen medios que les van a cubrir estas barbaridades. Que son los mismos medios que salieron a difundir recibos truchos, afirmando que había docentes que ganaban 200 mil pesos.
Acá me detengo un párrafo, porque un medio puede decir cualquier estupidez, eso ya lo sabemos. Pero si hay gente dispuesta a creer que en este país hay docentes que ganan esa guita, entonces ahí sí estamos jodidos.
Pero volviendo a la funcionaria, vos la escuchaste bien. La amenaza con un escrache en los medios, suponiendo que tiene el poder para poner a la sociedad en contra de los propios docentes. Y lo peor es que tal vez no se equivoca.
Entonces ahí me vuelvo a detener, porque realmente en esta época estamos dependiendo mucho más que nunca de los docentes. El país entero depende más que nunca de que los educadores puedan hacer su laburo para que el país pueda salir adelante. Fijate lo que pasa en Zárate, con una fábrica que no consigue gente que haya terminado el secundario. ¡En Zárate! ¡No en el impenetrable chaqueño!
Pero acá hay otra cuestión, en ese insulto que dice Hassen. “¡Negras de mierda!”, le dice.
Y no se trata de un insulto en sí. Se trata de una definición social.
Para Hassen y para mucha gente, el “negro de mierda” es simplemente el que está en la pobreza. Así de simple: el que es pobre, es negro. Y el que está por encima, es blanco. A esto se refiere con su insulto. No tiene que ver con el color de la tes, sino con la manera en que vive el otro.
Entonces, si aceptamos esta definición, que el docente sea un negro de mierda, o sea un pobre, es culpa de ellos, de los políticos.
Yo la verdad le agradezco a esta funcionaria que lo haya verbalizado de esa manera tan brutal, porque al menos te permite entender lo que piensan y lo que ven cuando ven a un docente. ¿Se entiende?
Y este episodio me lleva necesariamente a lo que pasó meses atrás con Soledad Acuña, ministra de Educación de Larreta en la CABA.
Admito que fue un poco menos bruta, hay que decirlo, y que al menos no amenazó a nadie con pisarlo con una 4x4. Pero en términos conceptuales, dijo más o menos dijo lo mismo.
Mirá el video
Esto dice la ministra amiga de Larreta: “Uno de los grandes problemas tiene que ver con la formación, con el perfil de los que eligen estudiar docencia. Son personas cada vez más grandes de edad, que eligen la carrera docente como tercera o cuarta opción, luego de haber fracasado en otras carreras. Y si uno mira qué capital cultural y experiencias enriquecedoras tienen al momento de aportar en el aula, resulta que son de los sectores cada vez más bajos”
¿Vos oíste bien, no? Fracasados, que no tienen capital cultural y que son de los sectores más bajos. No sé qué pensará Acuña. Creerá que les faltan hacer viajes a Europa o a Estados Unidos, y que por eso son todos fracasados.
Por supuesto que no estoy en nada de acuerdo con Acuña. Pero si ella como funcionaria considera de esa manera a los docentes, y pone a un montón de chicos en manos de gente “fracasada”, tiendo a pensar que es usted, Acuña, la que está fracasando. Yo no creo que eso sean los docentes, pero si usted los considera así, si usted le da eso a nuestros chicos, la que está fallando es usted.
Y retomando un poco la amenaza de la bestia en Salta, creo que esto trasciende bastante la simple promesa de pasarle por encima a una militante con su camioneta.
Tiene que ver con considerar que los docentes son negros de mierda. Porque esa definición implica también decir que la docencia no sirve para nada. Y otra vez, si ellos como funcionarios están poniendo al frente de los chicos a gente que no sirve para nada, a lacras, según ellos mismos los consideran, entonces mucho peor. Porque son los responsables de esa educación fallida. Al menos desde su percepción, que obviamente no es la nuestra.
Por eso, cada vez que surgen estas cosas, a veces termino convenciéndome que no está tan mal esto de la grieta. Para tener a la gente de la derecha bien identificada del otro lado. Porque el día que ya no sea tan visible la diferencia que hay entre esa gente y el resto de la sociedad, ahí sí que vamos a estar jodidos.