La obsesión de Mauricio Macri y la banda espía de AFI: meter preso a Pablo Moyano.
En las conversaciones de los exagentes de la Agencia Federal de Inteligencia, actualmente todos detenidos por espionaje ilegal, hay mensajes en donde se deja entender que se buscaba meter preso al dirigente de Camioneros. Mirá las pruebas.
El celular del exespía Leandro Araque es comparable a una caja de pandora. Ha resultado ser una de las principales fuentes de información acerca de las prácticas de espionaje ilegal que se llevaron a cabo desde la AFI de la gestión de Mauricio Macri.
La investigación avanza con rapidez y ya hay 22 personas detenidas, entre ellas Darío Nieto, secretario privado de Mauricio Macri, Susana Martinengo, la secretaria de Documentación, y Alan Ruiz, el jefe de Operaciones Especiales de la Agencia Federal de Inteligencia.
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En el celular de Araque, también policía de la Ciudad de Buenos Aires, están los mensajes de los grupos de WhatsApp que tenían los espías. En esas conversaciones hay constancias del espionaje, de sus víctimas y los modus operandi.
Así pudo saberse que, por ejemplo, la banda espía había trabajado para producir un programa de Luis Majúl luego del espisodio de los carteles pegados en la vía pública en contra de su esposa.
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De la misma manera, a partir de los mensajes y las víctimas también pueden inferirse los intereses que había detrás de las operaciones de inteligencia.
Las tensiones entre Hugo y Pablo Moyano y Mauricio Macri son conocidas. En lo que fue un verdadero símbolo, el expresidente incluso recibió personalmente en su despacho a Nancy Pastorino, dueña del Expreso Pontevedra y denunciante de otros dirigentes de Camioneros por presunta extorsión.
En otra ocasión, el juez Luis Carzoglio denunció que agentes de la AFI fueron a apretarlo a su oficina y a transmitirle que el presidente estaba obsesionado con dictar la prisión de Pablo Moyano. Carzoglio rechazó un pedido de orden de detención y fue finalmente enjuiciado y suspendido por un jury.
Las manifiestas intenciones e intereses revelados también parecen coincidir con los de la banda espía de AFI, cuyo accionar se pudo conocer a través de las conversaciones entre los espías. En varios de los mensajes se hace referencia a la importancia y utilidad de la encarcelación de Pablo Moyano.
Conversación de WhatsApp en el grupo de los exespías.
Conversación entre "Colo" (Alan Ruiz) y Leandro Araque. Araque le pide una sábana telefónica de "Pablito, el de los camiones".
Conversación entre Leandro Araque y su padre.
Conversación entre Leandro Araque y su padre.
Conversación entre Leandro Araque y su padre.
En la conversación de Leandro Araque con su padre en donde se comienza a gestar la operación del Expreso Pontevedra que terminaría con Pastorino en la oficina presidencial, Araque reconoce un interés. Ese interés no es personal, del propio espía, sino que parece hablar de un interés colectivo e incluso superior: "Sí. Interesa depende la letra que haya, porque es de Camioneros".
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¿De quién es ese interés, evidentemente superior, que dicta el accionar de los servicios de inteligencia? ¿Podrá ser esta obsesión con los dirigentes de Camioneros parte de la prueba de que Mauricio Macri era el máximo ideólogo de la red más grande de espionaje ilegal en la historia democrática del país? ¿Será revelador para comprender los fines con los que se hacía uso del aparato estatal: caprichosos, personales y mafiosos?
