Argentinos varados en México: cómo es la situación de los que no pueden volver
Mateo Servent es estudiante de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Córdoba. Junto a otros 4 estudiantes, uno de ellos de la UBA, concursaron una beca otorgada por la universidad pública para ir a estudiar a México en la Universidad de Guadalajara.
Llegaron al país centroamericano el 8 de enero y debían permanecer por todo el semestre hasta junio. Sin embargo, como miles de otros argentinos, hoy quieren volver al país natal. Ellos están en una residencia estudiantil y el resto de los estudiantes extranjeros con quienes convivían en la residencia ha vuelto a sus hogares.
Si bien México no atraviesa una situación alarmante como sus vecinos estadounidenses, es sólo cuestión de tiempo. El gobierno mexicano no ha tomado medidas preventivas más que recomendaciones de distanciamiento social. Quedaron prohibidas las reuniones de más de 100 personas y se suspendió la asistencia a las clases, que continúan de manera virtual.
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Según lo que observan los estudiantes argentinos, las características de la cultura urbana en México, principalmente su gran cantidad de mercados y puestos en la calle, podría favorecer la rápida propagación del virus.
La ciudad de Guadalajara con sus negocios a la calle.
Se sienten indefensos y en riesgo allí porque conocen las consecuencias que está teniendo la crisis en los países europeos. Además, no sólo escuchan los comentarios que aprueban las medidas del gobierno argentino, sino que el mismo ministro de Salud mexicano expresó que el sistema de salud no está en óptimas condiciones para hacer frente a la pandemia.
“Queremos volver porque no tenemos un marco de contención”, Mateo Servent.
Otras circunstancias complican la estadía de los estudiantes; por lo general, la mismas aplican a la mayoría de los argentinos en el extranjero.
Los seguros de salud internacionales son muy costos y muchos no cubren situaciones de pandemia. De cualquier manera, los seguros ya no dan abasto y no contestan las consultas. Ante una urgencia o la necesidad de atención médica, los becados argentinos no saben a dónde ir ni a quién acudir.
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Sin embargo, la complicación más grande es en relación al acceso a dinero en efectivo. Las familias ya no pueden enviarles porque servicios como Western Union han dejado de operar. Si bien disponen de otros medios de pago, los alquileres se pagan en efectivo, un bien que comienza a escasear.
Por otro lado, las compras con tarjeta están alcanzadas por el impuesto PAIS del 30% que aprobara el gobierno en diciembre pasado. Es una de las medidas de las que se pidió que quedaran exceptuados quienes no puedan regresar al país por el cierre de total de fronteras que se decretó la semana pasada. Sin embargo, todavía no hay información oficial al respecto.
Finalmente, los estudiantes varados comprenden la necesidad y la razón de las medidas del gobierno argentino. Les queda un sinsabor producto de la situación de impotencia que atraviesan porque, dicen, ellos “también son salud pública”.