Como economistas ya son bastante malos, pero por favor, no opinen de seguridad
En serio. Hay gente que no tiene temor al ridículo. Y también hay entornos que favorecen ese ridículo, como el canal de tele que compró Macri. Hoy te traigo el “aporte” de un economista libertario y de derecha, para resolver el tema de la inseguridad en Argentina. Preparate porque no lo vas a poder creer.
Prendo un rato la tele y escucho esto: "La economía tiene mucho que aportar al tema de seguridad, y la teoría económica muestra la solución a esto".
"Ay, mi Dios...", pienso, a la espera de qué gansada puede venir de un tipo de traje hablando acerca de los delincuentes. Está sentado en la mesa de Majul, en el canal de Macri, rodeado por todo el equipo titular. Y entonces lanza esto. Prestá atención:
Yo confieso que lo tuve que escuchar dos veces. Porque en primera instancia me pareció que no podía ser cierto lo que estaba escuchando.
Pero sí. El que hablaba era este muchacho de traje, Diego Giacomini, que se presenta como liberal radical (obvio), estado enemigo (obvio), asesor de empresas y bancos (¡pobre gente!), profesor de grado y postgrado (inaudito), economista (¡caray!), especializado en moneda (yo le agregaría otras especialidades).
Sintéticamente el tipo te dice que, si se permite la libre portación de armas, entonces nosotros, "la gente de bien", vamos a poder defender nuestra propiedad privada en nuestras casas. Y con ello, los delincuentes van a tener miedo y así se les va a incrementar el "costo de oportunidad" para cometer un delito. Y entonces, antes de salir a chorear, el caco va a reflexionar: “Ojo que me pueden cagar a tiros”.
¿Vos estás percibiendo lo mismo que yo? ¿Este tipo está hablando en serio de inseguridad, aplicando una teoría económica de costo de oportunidad?
No quiero ser irrespetuoso y por eso voy a hacer el esfuerzo. Pero tengo la sensación de que cuando los medios de la derecha instalan una temática como ésta, la inseguridad, cualquiera sin el más mínimo conocimiento de cómo funcionan las cosas se pone a opinar como si fuera un experto.
A ver, Giacomini... varias cosas.
Primero que nada, entiendo que cuando decís "libre portación de armas" te estás refiriendo a que uno pueda tener un arma en su domicilio. Si esa es tu preocupación, Giacomini, estás pataleando en el aire, porque eso ya existe, está normado, regulado, aprobado, aunque no del todo controlado.
Igual, si vos querés tener un arma en tu casa es simple: vas y la comprás en una armería registrada. Y después hacés los trámites para que te autoricen la tenencia. No es barato, pero se puede hacer.
Y entonces, ahora sí, si estando en tu casa ves que se mete un tipo para robarte, lo podés cagar a tiros que no vas a ir preso.
Hay sobrada doctrina y jurisprudencia sobre la no punibilidad de este tipo de homicidios. Te puedo pasar artículos, fallos, libros si querés, así no seguís hablando al vicio en el estudio del canal de Macri.
Eso sí. Tené cuidado: no vaya a ser que confundas a tu propio hijo con un choro y le vueles la cabeza de un tiro. O no vaya a ser que confundas al pata de lana cuando volvés a tu casa. O no vaya a ser que seas vos el pata de lana y te caguen a tiros. Eso no está garantizado y en ese caso no vas a salir impune.
Ahora, cuando decís que la libre portación de armas "le levanta el costo de oportunidad al delincuente", la verdad me doy cuenta de que no tenés ni un centímetro cuadrado de calle.
Que jamás en tu vida has hablado con un choro o un delincuente.
Es más, que ni siquiera jamás has hablado con un policía o con un investigador de calle.
Que no has pasado ni a media cuadra de una unidad judicial.
Ni hablar que hayas visitado una cárcel, o voy más allá: ni si quiera has leído una sentencia de un caso penal sencillo.
Decir semejante gansada es no tener idea absoluta de cómo se genera el delito, sus circunstancias, su evolución.
Es no conocer ni querer conocer el fenómeno criminológico que es tan antiguo como la humanidad misma, y muy arraigado -sobre todo- en las sociedades donde la desigualdad es escandalosa, como en la nuestra.
¿Y por qué nadie en el estudio se le cruzó ante esas afirmaciones tan absurdas? Simple, porque el pensamiento que escuchaste ahí es el de los libertarios. Lo sostiene Trump. Lo sostiene Bolsonaro. Lo sostiene Milei.
Son los llamados “libertarios”, que aman cualquier cosa, sobre todo la guita, menos la libertad. Porque la libertad es justamente lo opuesto a eso que plantean estos muchachos, con esas teorías económicas aplicadas a la seguridad.
¿Los libertarios imaginarán para la Argentina una sociedad violenta como la estadounidense, donde cualquier persona puede ir al super y comprar un rifle o un arma de guerra?
Si ése es su modelo, les recuerdo a los libertarios y a este muchacho, que en Estados Unidos no para de subir la tasa de homicidios, y que se ubica muy por encima de Argentina (49% más alta, para ser precisos).
¿Datos? Tiremos datos, y espero que no salga corriendo nadie, porque cuando hablás con datos, los libertarios se suelen aterrorizar. Sobre todo en estos temas.
Tasa de homicidios de Argentina: 5,5 casos por cada 100 mil habitantes.
Tasa de homicidios en Estados Unidos: 8,2 casos por cada 100 mil habitantes, dato del cuarto trimestre de 2020 durante el gobierno de Trump. A esa estadística oficial la podés ver acá.
Pero vamos a otra cuestión fundamental. Todos responderíamos “Estados Unidos” si se nos preguntara cuál es el país con más libertad para comprar, poseer y portar armas. ¿Estamos de acuerdo?
"¡Esas son libertades!", dirían estos trasnochados que invita LN+.
Bueno, no te voy a decir nada nuevo, pero casualmente ese país de las "libertades", Estados Unidos, es el territorio del planeta donde más masacres masivas ocurren.
O sea: un loquito que va a la entrada de un centro comercial y abre fuego contra la multitud. O un trastornado que entra a la escuela secundaria y dispara a mansalva contra los pibes que le hacían bullying o los profes que lo mandaron a rendir. O un sicótico que se asoma en una terraza y dispara contra una multitud que esperaba para entrar a un recital, vaya uno a saber por qué.
Eso ya lo sabés. Lo que probablemente no tengas idea es la cantidad anual de estas masacres que se dan en Estados Unidos.
A ver... tirate una cifra. ¿Cuántas por año?
No te lo voy a responder con un número. Te lo voy a responder con un mapa. Para que no te queden dudas.
Cada uno de esos puntitos que ves ahí, es un loco (o no tan loco) que agarró un arma y empezó a dispararle a la gente. Un loco, por otra parte, que accedió a la libre portación de armas que propone este muchacho en el programa de Majul.
Para que no tengas que contar esos puntitos, te los cuento yo. El año pasado, con encierro por la pandemia y todo, fueron 614 tiroteos masivos, con 446 muertos y 2515 heridos. En 2019 fueron menos casos pero con más víctimas fatales: 434 tiroteos, 517 muertos. Y en lo que va de 2021 ya se suman 470 de estas masacres (482 muertos y 1927 heridos).
Es bueno recordar que en Argentina, territorio prácticamente poblado por salvajes según la mirada de estos libertarios, hemos tenido en toda nuestra historia una sola masacre de este tipo (Carmen de Patagones, 2004; 3 muertos y 5 heridos).
Entonces, pasemos en limpio. A los economistas liberales o libertarios ya les va bastante mal con los pronósticos económicos. Desde 2003 que no paran de errarle, con la particularidad de que cuando gobierna el peronismo, la pifia es siempre con sesgo pesimista. Y cuando gobierna la derecha, la misma pifia, pero con sesgo optimista.
Y encima ahora se la dan para opinar de seguridad, hablando del "costo de oportunidad" del delincuente, como si tal cosa pasar por la cabeza de un tipo que agarra un fierro y sale a la calle a chorear. Ya la pantomima se vuelve humorística.
Debo admitir que si hay algo que me sorprende es que este muchacho y los que lo rodeaban no hayan salido con el viejo cuento del endurecimiento de las penas, otras de las burradas del manual de la derecha, que se convence que el choro sale con el código penal metido en la canillera, para ver cómo concreta el atraco y cómo esquivas a los cálculos del fiscal que lo va a mandar a prisión.
Por lo demás, no mucho por agregar. Liberales de traje, con calle cero, intentando interpretar con la teoría económica qué pasa por la cabeza de un ladrón antes de robar.