El presidente que no fue presidente
Duro de Callar conversó con Carlos Ruckauf y el político asegura que se estaría gestando una denuncia donde Fabiola Yañez presentará un juicio contra el Estado argentino. “De esto no se habla porque la gente sigue el escándalo y no se da cuenta que puede costarnos mucha plata”. Sería un estudio jurídico que no es el que está llevando adelante la querella criminal que presentó Yañez semanas atrás el que estaría trabajando sobre la hipótesis de una acción de daños y perjuicios sobre el Estado basado en quién realizó los daños sufridos por ella y el ocultamiento por otros miembros del gobierno de Alberto Fernández.
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Tomás Méndez conversó con Carlos Ruckauf, ex vicepresidente de la Nación y ex viceministro de Relaciones Exteriores.
El político asegura que se estaría gestando una denuncia sobre Fabiola Yañez en la que la ex primera dama presentará un juicio contra el Estado argentino. “De esto no se habla porque la gente sigue el escándalo y no se da cuenta que puede costarnos mucha plata”.
Sería un estudio jurídico que no es el que está llevando adelante la querella criminal que presentó Yañez semanas atrás, la que estaría trabajando sobre la hipótesis de una acción de daños y perjuicios sobre el Estado basado en quién realizó los daños sufridos por ella y el ocultamiento por otros miembros del gobierno de Alberto Fernández.
Ruckauf opina que Yañez tiene todo el derecho de reclamarle a su marido, pero que no debe meterse con el dinero de todos los argentinos.
Consultado por el periodista sobre si es viable la denuncia, no asegura que vaya a prosperar, pero dice tener información de que se ha armado una prueba prejudicial y que esta se viene preparando hace mucho tiempo.
“Cualquiera que mira debajo del agua se da cuenta que cuando estaba en el trono acumulaba pero no denunciaba” y agrega el político que Yañez estuvo tres días sola en Roma y se reunió con el Papa Francisco, momento en el cual podría haber comentado lo sucedido.
“El presidente fue un no presidente, un mamerto que cuando lo ves hablar con una mujer parece un pibe de 15 años”.
Y compara a Fernández y Menem en la relación que tuvieron con el sexo opuesto. Afirma categóricamente:
“Es comparar a Messi con un jugador de tercera, porque una cosa es ser un seductor y otra cosa es ser un pajero”.
“Fernández es un tipo que usó la plata del Estado para ver si lo veían más lindo. Tiene un tremendo complejo porque no se habla con una mujer y se le dice: decime que me amás más fuerte. Y así no gestionó el país el mamerto y nos llevó a un desastre”.
Cuenta que cuando conversa con amigos Kirchneristas y le dicen que “había que repartir”, su repuesta es que lean el discurso cuando asumió Néstor Kirchner.
Éste decía: No se puede gastar más de lo que entra, no se puede emitir exageradamente porque produce inflación y castiga a los que menos tienen.
“Y eso fue justamente lo que se hizo en el gobierno de Alberto Fernández, de sarasa Guzmán y Massa. Entonces se tienen que hacer cargo de que jodieron a la gente y como resultado millones de pibes peronistas votaron a Milei y no pensando en ser liberales, sino en acabar con la pesadilla que tenían en sus barrios”.
El exvicepresidente conoció a Fernández cuando llegó al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. En ese momento el expresidente estaba a cargo del grupo Bapro y cuenta Ruckauf que lo echó del cargo por ineficiente.
También arremete contra Cristina Fernández; dice que tiene un problema para elegir a los hombres que la acompañan.
“Le agarra a veces por los nombres franceses; Boudou, Lousteau, Moreau. Y a veces también por los españoles y se embarra igual”.
Define a Néstor Kirchner como un gran dirigente desde el punto de vista de la gestión. Resalta que bajó la inflación habiendo recibido un país con una gran crisis. Contaba con un ministro como Lavagna y eso lo ayudó a ordenar la economía. Reconoce que también hacía sus propios acuerdos y que muchas veces él no estaba de acuerdo pero “tenía una entidad y entendía la economía. Después podía equivocarse operativamente, pero lo que vino después con los ministros de Cristina fue realmente dramático. Un tipo como Lousteau que cuando hay una crisis de caja no baja el gasto pero le dice a la presidenta vamos a robar al sector agropecuario así nos va bien. Y así la metió en el peor problema de su gobierno porque ahí se le fue hasta el vicepresidente”, concluye Carlos Ruckauf.
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