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Duro de Callar conversó con Luciano Fusaro, vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor.

Las empresas de transporte hoy se encuentran con un gobierno que no ofrece subsidios, se ven imposibilitadas de aumentar las tarifas y los trabajadores reclaman aumentos salariales. Este sería el estado de situación en el que el día de ayer se produjo el paro de transporte.

Fusaro dice: “Es un juego muy difícil porque por un lado está la presión fiscal para bajar los subsidios, el bolsillo de los trabajadores que no soportan aumentos de tarifas y por otro lado la demanda de los trabajadores de transporte que necesitan de una recomposición salarial”.

“Armar ese rompecabezas es muy complicado”.

Esto se vio reflejado el día de ayer en la reunión que mantuvieron los distintos sectores del transporte con el gobierno Nacional.

Se llegó a un acuerdo donde cuenta el empresario, todos los sectores tuvieron que ceder. El gremio del transporte cedió parte de sus pretensiones respecto a los salarios, el sector de Fusaro no pudo acordar puntos firmes.

“Lo que recibimos fue una promesa de que entre noviembre y diciembre se va a publicar una nueva estructura de costos con algún nivel de tarifas que no sabemos cuál es. El gobierno no sabe todavía si será una actualización de tarifas o de subsidios, pero todos hicimos un esfuerzo para llegar a hoy sin un paro que hubiera sido muy dañino, que hubiera afectado a muchas personas”.

El representante de AAETA cuenta que en octubre no realizaron el ajuste acordado, que “lo pateamos para adelante”.

Hoy las empresas de transporte se encuentran con una falta del 30% de ingresos y la pregunta es cómo se cierra ese déficit.

La respuesta es bastante sencilla.

Se comienzan a realizar recortes hasta llegar a un equilibrio. Por ejemplo servicios nocturnos, feriados, no se renuevan unidades.

“El resultado es un servicio de transporte paupérrimo que cubre el 70% de las necesidades”.

En definitiva lo que el gobierno dijo una vez más es “no hay plata”, solo propuso un compromiso con la expectativa para que en los próximos tres meses se revise si se aumentan las tarifas o los subsidios.

Fusaro agrega que los números del transporte son transparentes y recuerda que se hizo un estudio independiente en la UBA de cuánto cuesta el transporte en condiciones ideales en AMBA. “Les dio un valor similar al nuestro, $1400”.

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