Lorenzetti va por todo y pone a su hijo de 37 años como juez

Es cuestión de semanas el nombramiento del hijo de un poderoso juez de la Corte Suprema de Justicia. A esta altura ya es un escándalo la manera en que los miembros de la Justicia extienden hasta el infinito sus privilegios y le siguen dando la espalda al pueblo.

Así no hay manera de que funcione. La justicia en todo el país sigue dando muestras de su nepotismo, de su falta de conexión con la sociedad, y de su convencimiento absoluto y perpetuo de que se trata de una casta que disfrutará de sus beneficios a perpetuidad.

¿Qué pasó ahora? El hijo de uno de los hombres más poderosos del país, con sólo 37 años, va a ser nombrado camarista en la Justicia de Santa Fe.

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Si te digo Rafaela, vos ya deberías orientarte un poco sobre de quién estoy hablando. Sí, Ricardo Lorenzetti, el hombre fuerte de la corte, el anterior presidente, el juez ideólogo de la nefasta doctrina Irurzun a la que no se animó aponerle su apellido, ya tiene todo abrochado para que su muchacho comience a seguir el mismo camino que a él y a la familia Lorenzetti le ha dado tantas satisfacciones.

Pablo Lorenzatti vive en Rafaela y lleva adelante el estudio que le dejó su papá al mudarse a la Corte. Tiene el título de abogado otorgado por la Universidad del Litoral, y algunas especializaciones en el exterior. Tenía sólo 20 años y recién arrancaba la carrera, cuando su papá, Ricardo, desembarcaba en el máximo tribunal del país. Ahora comienza a recibir su tributo.

CONCURSO A MEDIDA

Si bien todavía no está firmado el nombramiento, es un hecho casi consumado que Pablo Lorenzetti ocupará una de las tres poltronas que se habilitaron para completar la Cámara de Apelación en Civil, Comercial y Laboral de Rafaela.

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Participó del concurso convocado a partir del 31 de julio de 2020 y consiguió entrar entre los 21 preseleccionados, de un total de 49 postulantes que participaron del mecanismo.

Eso le permitió sentarse el 27 de abril frente al Cuerpo Evaluador de la justicia santafesina, para completar el trámite de la entrevista oral. Y previsiblemente, tal como ha venido sucediendo también en los últimos años en el Consejo de la Magistratura de la Nación, también en esa provincia se acomodaron los resultados para que Lorenzetti hijo pasara también ese corte.

Fue así como el 29 de abril último, el Consejo de la Magistratura de esa provincia emitió su resolución N°13, en la cual establece el orden de mérito para cubrir los cuatro cargos vacantes, y previsiblemente, el muchachito en cuestión aparece en un sitial muy expectable, en el cuarto puesto de la orden de mérito.

Pero eran tres lugares, ¿entonces se queda afuera? Fijate qué previsores fueron los doctores amigos de Lorenzetti padre, porque lo ubicaron al hijo cuarto, aparentemente fuera de la movida. Pero se tomaron de que dos de los tres que tiene antes, también fueron ubicados en lugar de privilegio en la lista para ocupar los dos lugares que hay que cubrir en la misma cámara, pero de la ciudad de Reconquista, al norte de la bota santafesina.

Ergo. Con que uno solo de esos dos jure en esa ciudad, le libera el espacio al hijo del juez supremo.

Con esta conformación, el hijo del una de las figuras más poderosas del país, uno de los magistrados que, por ejemplo, convalidó que Bruglia y Bertuzzi sigan siendo camaristas pese a que entraron por la ventana, uno de los magistrados que validaron que la CABA no acate los DNU presidenciales en materia sanitaria en medio del peor pico de la pandemia en el país. Ese hombre que se sacaba fotos con Bonadío y con el juez Moro que encarceló a Lula, hombre que maneja los hilos de la justicia en todo el país, está en estos momentos frotándose las manos, porque acaba de lograr que su retoño, Pablo Lorenzetti, con sólo 37 años, se convierta en juez en la ciudad que lo vio nacer y volverse rico.

Así no hay república que aguante.