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El juez Casanello investiga una supuesta maquinaria de recaudación que estaría organizada con recursos sociales para la ayuda a los sectores más vulnerables. Ya se realizaron 27 allanamientos. 

Según el referente del Polo Obrero, esta causa habría comenzado en la primera movilización que hicieron las organizaciones sociales el 20 de diciembre del año pasado. En aquel momento el Poder Ejecutivo habilitó la línea 134 para que, de forma anónima las personas pudieran denunciar aprietes de las organizaciones para participar de las movilizaciones.

La causa detalla que desde que se habilitó la línea 134 hubo 13.310 llamadas de las cuales pudieron atenderse 2.720. Solo 924 denuncias avanzaron. Las denuncias se tomaron en todo el país, pero solo las realizadas en CABA son las que el fiscal Pollicita a cargo de la investigación ha citado a declarar. Solo 7 personas se presentaron en tribunales. 

Tomás Méndez conversó en Duro de callar con Gustavo Aguilera, exviceministro de Desarrollo Social de la Nación.

El exfuncionario manifiesta que no todas las organizaciones sociales son bandas delictivas. Eso sería generalizar. Sin embargo, piensa que el gobierno de Javier Milei habrá encontrado algún motivo para que la justicia actúe.

Pereciera que estos allanamientos le sirven al gobierno de excusa para paralizar el envío de alimentos a todas las organizaciones sociales.

“De ninguna manera puede ser una excusa para no distribuir alimentos en los sectores populares, en los que más necesitan la ayuda del gobierno”, dice Aguilera.

Aclara que en su gestión (con Alberto Fernández como presidente) atravesaron momentos difíciles, como por ejemplo la pandemia y postpandemia, sufriendo acampadas, muchas de ellas con motivo de extorsiones por parte de alguna organización, pero nunca se dejó de distribuir alimentos.

Defiende la transparencia y la claridad de las políticas públicas.

“Desde el Potenciar Trabajo le dimos la posibilidad a las universidades para que pudieran auditar el plan y la posibilidad a los beneficiarios de elegir la unidad de gestión donde trabajar”, aclara el exviceministro.

Y reafirma que se debe controlar, pero no dejar de tener políticas públicas hacia los sectores más vulnerables. Y agrega Aguilera:

 “En este sentido el gobierno se dedica a auditar lo que hizo la gestión anterior y está muy bien, pero hoy no hay ningún tipo de política pública, no entrega una sola bolsa de alimentos”.

Pareciera que aquí está el quid de la cuestión ¿más excusas para llevar adelante el ajuste?

El gobierno de Javier Milei no deja de golpear fuerte a los sectores más necesitados hoy en la Argentina.

Los salarios se deprecian, cae la actividad económica y el consumo interno cada vez más deprimido, pero el gobierno no ayuda con políticas de acompañamiento compensatorias para los sectores populares, es otra de las reflexiones del político.

Y aclara: “Se entregaban gran cantidad de alimentos, por ahí algún pícaro se aprovechaba, pero se tomaban medidas para garantizar la transparencia y que la gente tuviera los alimentos. Si no existía claridad ni rendición de cuentas, los envíos se cortaban”.

Alimentos o dinero para los sectores vulnerables

La gestión anterior implementó en pandemia la “Tarjeta Alimentar” para los sectores populares.

“Lo que pasa es que no alcanzaba en pandemia y hay sectores que no están incluidos dentro de la Tarjeta Alimentar, como las personas que no tienen hijos hasta 18 años o los abuelos”, dice Aguilera.

¿Son necesarias las organizaciones sociales para llevar alimentos a quienes lo necesitan?

El político opina que existe un mito respecto a las organizaciones sociales. Se refiere a las iglesias, a los curas villeros, Cáritas. Aclara que organizaciones sociales no es únicamente el Polo Obrero.

“Hay una cantidad importante de iglesias evangélicas, católicas y municipios que también distribuyen alimentos y se también se realizan otras acciones que no solo tienen que ver con los alimentos” aclara Aguilera y finaliza:

“Hay una estigmatización del gobierno de Javier Milei sobre las organizaciones sociales y por otro lado es una excusa para no gestionar. Hoy el ministerio está paralizado”.

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