El turno de las prepagas, victimización y sensibilidad de los empresarios
Las cuotas de medicina prepaga aumentaron en promedio un 151% desde el mes de diciembre del año pasado, mientras la inflación acumulada para el mismo período ha sido del 90,2%. Las prepagas deberán tomar como base los incrementos en las cuotas de los próximos seis meses el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el Indec.
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Las cuotas de medicina prepaga aumentaron en promedio un 151% desde el mes de diciembre del año pasado, mientras la inflación acumulada para el mismo período ha sido del 90,2%.
Santiago Deluca, abogado especialista en derecho de salud, conversó con Duro de Callar y esto analizaba.
En función de las novedades que ha declarado el Gobierno, existe la posibilidad de que las prepagas devuelvan o retrotraigan los precios de las cuotas a diciembre.
Desde lo técnico, dice el abogado, “me parece una medida muy justa, teniendo en cuenta que estas medidas anunciadas, complementan los miles de amparos reclamando la inconstitucionalidad del DNU en el marco de lo que es la reforma del sistema de salud”.
Desde lo técnico y económico, la postura del Gobierno sería la correcta, ya que lo que estaría haciendo el Estado es denunciar y pedir cautelarmente una retracción en el costo y devolución de lo cobrado en exceso, teniendo en cuenta la Ley de Defensa de la Competencia.
“Lo que está haciendo el gobierno es aplicar medidas económicas a un sistema que está pasando de ser solidario y de seguridad social a ser un sistema económico y eficientista con una liberación total para que las prepagas puedan fijar cuotas sin ningún tipo de control”, afirma Deluca.
Retrotraer los aumentos también estaría en lo correcto si se entiende que la reforma que introduce el Decreto tanto a la ley de obras sociales y a la ley de seguro médico es un exceso legislativo desde el poder ejecutivo.
“No fue solo una reglamentación, el gobierno modificó todo un sistema que era el de seguro social equitativo y solidario (el fondo solidario de redistribución, por ejemplo) y lo transformó en un sistema de libre competencia del mercado como si se tratara de una empresa más dentro del sistema. Es una discriminación y una falta de equidad que se empieza a presentar en la competencia entre las prepagas y obras sociales principalmente relacionadas con los ingresos de unas y otras”, expresa Deluca.
En el país, existen alrededor de 700 prepagas registradas y 380 obras sociales.
La pregunta: ¿esta reforma es correcta que se aplique en forma retroactiva como se está haciendo a relaciones laborales y contractuales previas a la modificación?
Deluca opina que no es correcto. Y agrega que esa discusión es la que no se está dando en este momento.
“Tener prepaga es una opción complementaria. Hay obras sociales que funcionan muy bien y prestan buenos servicios”, dice el abogado y agrega: “La opción de hacer un cambio de una prepaga a una obra social no es nueva, una vez al año se puede cambiar”.
Las obras sociales, conforme a lo que establece la ley, deben destinar y aplicar el 80% de sus ingresos a salud y el 20% restante a acciones sociales.
Desde el sector, en diálogo con algunos medios aseguraron: “Si esta medida hay que aplicarla tal cual se anunció quiebra el sistema privado de salud, pero no dentro de seis meses, quiebra dentro de 60 días”.
“Las prepagas somos el enemigo que eligieron ahora, pero el que desreguló los precios del sector fue el propio Gobierno, con el DNU de diciembre. Antes eran los medios hegemónicos, ahora parece que somos las prepagas”, dicen representantes de las empresas privadas.
Las prepagas deberán tomar como base los incrementos en las cuotas de los próximos seis meses el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el Indec.
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