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Tomás Méndez conversó con Valeria Carreras, abogada.

Carreras se desafilió del partido Unión Cívica Radical, según sus palabras, porque “hay cosas que no puedo tolerar”. Dice que no alcanza con solo no votar desde hace muchos al que alguna vez fue su partido o representó sus ideas.

Cuenta que Mariotto le decía: “Cuando nos votás a nosotros (por el peronismo), tu voto vale el doble, porque sos radicha”. Pero siempre queda esto de “era alfonsinista en mi tierno despertar juvenil. Abracé al alfonsinismo con todo lo que el retorno de la democracia significaba, pero veía como día a día se caía a pedazos todo aquel partido centenario”.

La abogada se desafilió del partido por lo que hicieron los cinco diputados radicales que dieron vuelta su voto y aprobaron el veto de Javier Milei en la ley de movilidad jubilatoria.

Además no aprueba que los diputados vayan a la quinta de Olivos a festejar con el presidente y el resto de los legisladores que votaron a favor del veto de la ley y que serán recibidos “como héroes, cuando en realidad son traidores a sí mismos, una semana antes habían votado al revés”.

También cuenta Carreras que el trámite de desafiliación fue muy sencillo. Se hace a través de un modelo de desafiliación por telegrama en el correo, de manera gratuita donde se firma y queda finalizado el proceso.

Pero no solo envió el telegrama la letrada, además envió una carta documento a la UCR explicando y fundamentando los motivos que la llevaron a tomar la decisión y dio un paso más acercándose a la Secretaría Electoral donde la gestión también es gratuita y explica:

“Sentí un alivio total. Con esta gente ni siquiera empatizo por el pasado”.

La Convención Nacional del radicalismo suspendió a los cinco diputados que votaron a favor del veto del presidente a la reforma jubilatoria y que horas antes de la sesión se habrían sacado una foto con Javier Milei.

Para la abogada debieron haberlos apartado del partido “inmediatamente” cuando dieron vuelta su voto, porque no se trata de “pensar distinto”; puede haber diferencias dentro de un mismo bloque, pero los diputados votaron “distinto a sí mismo”. Aclara Carreras:

“Lo que sucedió con esta suspensión que hizo la Convención Radical es empezar a soltar la mano de quienes piensan distinto y de quienes han sido funcionales a todo tipo de alianzas con la derecha”.

Y afirma que la UCR se ha convertido en un partido “funcional a estas aventuras político-partidarias”.

En un momento se decía que el PRO no tenía estructura, recuerda la letrada y afirma que es justamente lo que tiene el radicalismo en cada pueblo, ciudad y provincia. Además de ser un partido cuyos funcionarios están acostumbrados a puestos políticos “han loteado al partido, pareciera que lo están vendiendo, no tengo pruebas pero es evidente”.

Una de las evidencias es la renuncia a su banca 24 hs de la votación al veto, del diputado radical Pedro Galimberti, para asumir un importante cargo en Entre Ríos, asumiendo en su lugar un legislador del partido de Mauricio Macri.

“Habría que modificar el reglamento interno del Congreso para evitar que estas triquiñuelas se puedan hacer. Los que asuman debería poder votar a partir de la próxima sesión”.

Lo cierto es que necesitaban el número para poder vetar la ley y finalmente lo consiguieron, cuando los jubilados no llegan ni a mitad de mes.

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