¿Quién tiene la culpa del cierre de Télam?

La respuesta parece simple: Milei.

Sin embargo, todos nos merecemos una explicación un poco más completa. Las cosas que hoy suceden por cuenta y orden del nuevo gobierno tienen mucho que ver con el anterior.

Es que gracias a la licuación de los salarios y jubilaciones que comenzó en 2016 y que continuó en la gestión del broker de seguros Alberto Fernández, la cosa se puso áspera entre los mismos trabajadores.

Así la grieta podría definirse entre los asalariados que estaban en blanco y aquellos que lo estaban en negro. A partir de ese nuevo paradigma avalado por esta nueva forma de ejercer el peronismo del Frente de Todos, quienes estaban en relación de dependencia pasaron a ser privilegiados en una sociedad que cada día se chacaba con una de las situaciones más oscuras con las que se puede encontrar una familia: la incertidumbre.

Pero dentro de los trabajadores en blanco hay un grupo de ellos que pueden ser puestos en tela de juicio hasta con justa razón: el empleado público.

¿Por qué? 

No solo por la exclusividad de los derechos adquiridos a lo largo de la historia sino también por las escasas exigencias (en la mayoría de los casos) que les impone un empleador que jamás fue juzgado por su eficiencia. Y ahí radica la principal razón que aducen los libertarios para practicar los recortes. ¡El Estado presente nunca resolvió nada, al contrario!

Llegados a este punto estamos en condiciones de aportar una nueva hipótesis acerca de las razones por las que el camino al cierre de Télam estaba totalmente allanado.

Un gobierno peronista jamás debió permitir o avalar que la pobreza llegue también a los trabajadores.

¿Y qué tiene que ver esto con el cierre de Télam?

Con que al laburante en blanco o en negro le penetró fácilmente el mensaje de que con su esfuerzo se estaba bancando a vagos que encima tienen derechos y obligaciones que nadie en el mundo tiene. ¡TODO CON LA TUYA!

Así es como el común de los argentinos identificaron como casta a empleados públicos que también son pobres y que ahora pasarán a engrosar las escalofriantes cifras de desempleo que vamos a ir conociendo a medida que transcurra el gobierno de Javier Milei.