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DURO DE CALLA conversó con Ismael Bermúdez, periodista y analista económico.

 Los próximos aumentos anunciados para el mes de septiembre van a ser muy duros de digerir. Ya estamos con una situación de caída del poder de compra por los ingresos de la población muy fuerte, especialmente lo que tiene que ver con los servicios públicos. Sabemos que quienes más sienten estos incrementos son la clase media, los jubilados y pensionados.

La chatura que existe hoy en el tema del consumo y que no repunta según las distintas cámaras empresarias, se va a mantener durante el próximo mes, a lo que se le agrega que continúan los despidos, las desvinculaciones de personal y se ve cada vez más reflejado en la tasa de desempleo, opina Bermúdez.

Para el sector de los jubilados hay que agregar la nueva medida del PAMI que ha reducido la cobertura de los medicamentos que permitían a gran parte de sus usuarios obtener la medicación con un 100% de descuento. Esta situación agravará la precaria economía de un sector de la población que a partir de determinada edad es común que tome entre 3 o 4 medicamentos diarios.

“Hoy tenemos jubilados con prescripción médica que deben elegir tomar entre un medicamento u otro. Esta medida va a hacer que lo pasen muy mal”, dice el economista.

Agrega que la ley que se votó en el Congreso de la Nación sobre la actualización de las jubilaciones no modifica en términos generales el panorama. Dice Bermúdez:

“Es una ley muy amarrete, el único aumento efectivo que implica la ley, es un incremento de 7,2% para este año”.

Desde Macri en adelante ningún gobierno ha pensado realmente en nuestros adultos mayores. Con la ley de Macri perdieron, con el gobierno de Alberto Fernández también y ahora, dice el periodista: “con el DNU de Javier Milei no solo pierden sino que toda la pérdida que tuvieron con los gobiernos anteriores se consolida y queda como una pérdida de por vida”.

Se refiere a la movilidad que se les aplicará a las jubilaciones de acuerdo con la inflación.

“Esto significa que todo lo que perdieron hasta ahora no lo recuperan más. Perdieron el 45% entre los dos gobiernos anteriores, entonces con este aumento por inflación lo que se hace es mantener el número donde está de por vida porque para adelante siempre van a estar con ese 45% menos de lo que tenían antes de septiembre de 2017”.

En el caso de que crecieran la economía y los salarios, a los jubilados no les modifica en nada sus haberes y agrega Bermúdez:

“Los dejan en el décimo subsuelo al que los llevaron Macri y Fernández y se quedan ahí de por vida. La Ley votada por el Congreso, perpetúa esta situación”.

Agrega además que el 7,2% es apenas una “ventajita”, pero no modifica la enorme caída anterior. Sumado al congelamiento del bono que perciben de $70 mil que se encuentra en ese monto desde marzo del corriente año y que no forma parte de los haberes, no se contabiliza ni en el aguinaldo ni en la suba por inflación. Sigue siendo un monto fijo. “Le siguen metiendo la mano en el bolsillo a los jubilados”.

“Por eso digo que la ley votada es amarrete y termina de legalizar el DNU de Milei que en el Art. 1 habla de la ratificación de las jubilaciones y la actualización de esta manera. La licuadora siempre afecta a los jubilados, pero hay que darle una vuelta, no puede ser que casta política termine profundizando la debacle del sistema previsional y de los que están dentro del sistema. Hablamos de 7 millones de personas que lo están pasando muy pero muy mal”, finaliza Bermúdez. 

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Ismael Bermúdez, periodista y analista económico