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Duro de Callar conversó con Gabriel Rubinstein, economista, ex secretario de Política Económica de la Nación Argentina.

Realizando un balance de la gestión en materia económica del presidente Javier Milei a lo largo del año, el exsecretario de Política Económica, opina que el presidente tiene “un gran mérito al haber afrontado uno de los grandes problemas de Argentina”. Dice que el déficit fiscal no es el único problema del país, pero sí uno de los más importantes.

Deja claro que había que equilibrar las cuentas fiscales y había que hacerlo de la manera más rápida posible.

“Milei lo hizo muy rápido, más de lo que cualquiera hubiera imaginado; incluso el propio Gobierno se sorprendió”.

También opina que en la rapidez se cometieron “cosas medios torpes”, pero que existe la posibilidad de mejorarlas con el tiempo.

Si hay algo que debemos tener claro, según el economista, es que el presidente no va a resignar el superávit fiscal primario y agrega: “es una especie de activo que tiene Argentina”.

Además explica que a veces el país logró equilibrio fiscal pero que fueron temporarios y muy frágiles, sujetos al “humor” de los presidentes de turno. Esto sucedió cuando Lavagna fue ministro en las presidencias de Duhalde y Néstor Kirchner. Se logró un superávit fiscal de 3 puntos del PBI, el doble que ahora, pero remarca Rubinstein que fue “una excepción”.

Uno de los problemas cuando se logra superávit fiscal es que los políticos, “sean casta o no”, tienen incentivos para gastar. “Ya sea por buenas o malas razones, por cálculo político o para beneficiar a los ciudadanos”.

En la actualidad es Javier Milei quien se pone a la cabeza del ajuste fiscal y para el economista lo hace “con alegría y super convicción. Logró instalar la idea de que esta vez el ajuste es en serio y que no se va a joder con este punto”.

Con respecto al RIGI, opina que ha sido un punto necesario pero no suficiente, “si no se afrontaba el tema no se comenzaba a ordenar la macroeconomía” y repite:

“El mérito de hacer el ajuste se lo lleva Milei, lo hizo y en tiempo récord”.

Rubinstein sin embargo no deja de reconocer que el plan de gobierno de Javier Milei tiene cuestiones negativas. Se refiere a que el plan de ajuste fue muy fuerte para las jubilaciones, en la interrupción de la obra pública… “se hizo una cosa bastante torpe”.

“Fue y es muy costoso para Argentina porque Milei llegó con un discurso antipeso. Decía que el peso no valía nada, que era una porquería y que era excremento. Iba a dolarizar cuando no había dólares y seguramente especuló con ese discurso que no se puede realizar y si se hace, los precios se van por las nubes en función de ese discurso”.

Cabe recordar que apenas asumió la presidencia Javier Milei, los precios se remarcaron y no había manera de contenerlos. El exsecretario explica que esto sucedió porque se pensó que el dólar iba a subir a 2 mil o 3 mil pesos.

Finalmente no sucedió, el dólar bajó y hoy nos encontramos con un fenómeno que como el economista menciona, algunos llaman “atraso cambiario”. Un dólar bajo que “crea desafíos importantes para la Argentina y genera mucha discusión”.

Agrega que si el presidente le consultara sobre mantener el dólar al precio actual, su respuesta sería “aguantá con la vida”. Y explica:

“Mañana viene el FMI y nos da plata para que el dólar no se dispare, bueno, aguantá. Pero no es un escenario posible. El FMI considera que existe un 30% de atraso cambiario y va a presionar para que se haga una devaluación o para que se libere rápidamente el cepo cambiario”.

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Gabriel Rubinstein, ex secretario de Política Económica de la Nación Argentina