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La noche del miércoles se convirtió en el show Mileista. Con motivo de la presentación de su nuevo libro “Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica”, en el estadio Luna Park, el presidente Javier Milei subió al escenario y brindó un show musical para abrir el evento y el “festejo” de sus logros en los seis meses frente al Gobierno.

Tomás Méndez conversó con Gustavo Córdoba, director de la Consultora Zuban Córdoba.

Según la mirada del consultor, podrían hacerse dos interpretaciones de lo que está sucediendo con Javier Milei. La primera sería el “fenómeno”. ¿Por qué fenómeno?

“El presidente no paga costos políticos, posiblemente sí su gobierno. Pero la figura de Milei se mantiene estable en los últimos 4 meses”, dice Córdoba.

Pero una segunda interpretación y posiblemente más atinada en detrimento de lo que la sociedad argentina está atravesando, es un presidente que “está totalmente desacoplado de la realidad”.

Parece un poco “insólito” festejar “la recesión” que atraviesa Argentina con un show en el Luna Park. En todo caso, estamos frente a un presidente que se festeja a sí mismo.

Para el consultor, el líder libertario podría cometer el mismo error en el que caen los políticos al llegar al poder. “Leer equivocadamente los apoyos electorales iniciales”. Y es que el resultado de las elecciones no dura cuatro años, no sabemos si Javier Milei lo sabe.

“Para gobernar hay que generar conceso, es casi obligatorio, es permanente. Acá no hay ninguna posibilidad de que el gobierno se ponga de acuerdo con el que piensa distinto”, expresa Gustavo Córdoba y agrega:

“Desde el día uno hasta hoy, todos los fracasos legislativos los han vendido como éxitos rotundos y han sido papelones importantes”.

El presidente sigue manteniendo casi el mismo nivel de imagen positiva con el que asumió al poder, pero nada dura para siempre y hoy el gobierno se está enfrentando a su enemigo número uno, el peor de todos: “el tiempo”. Córdoba opina: 

“Milei necesita producir resultados económicos lo más rápido posible. Bajar la inflación ya no es un commodity, no es un diferencial para este gobierno”.

Hoy la gente necesita recuperar el poder adquisitivo que perdió.

“Milei es el Joker, es el emergente, el representante de toda la gente quebrada, rota, que lo pasó y lo pasa muy mal y ya no cree en nada”, explica Córdoba. No está mal la comparación si escuchamos la risa casi tenebrosa que expresaba luego de cantar en su show. O la mirada que esconde bajo la melena leonina.

Aquí se podría encontrar una pista de cómo el presidente ha logrado conformar en acción política un clima antipolítico o antiestado.

Córdoba dice que hay gente que lo apoya a Milei casi desde una posición romántica, por una cuestión de fe (irracional) y que hasta ahora no le importa perder poder adquisitivo. El tema es no perder la fe.

También está el grupo de personas que apoya porque no quiere que vuelva “lo de antes” y termina reafirmando a un gobierno que deslegitima al Estado. Córdoba agrega:

“Desde que ganó Javier Milei se reformuló la política argentina y todo lo que existía es pasado”.

“La política tradicional no ha encontrado el antídoto contra el desafío que les ha propuesto Milei”.

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